Municipios de Santander listos para volar
Resumen
La Gobernación de Santander avanza en una estrategia para mejorar la conectividad aérea. Con aeródromos en municipios como San Gil y nuevos proyectos, buscan dinamizar la economía regional al conectar con mercados nacionales e internacionales.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Del asfalto a las nubes
La Gobernación de Santander avanza en una ambiciosa estrategia para fortalecer la conectividad aérea del departamento, con el objetivo de dinamizar la economía regional y acercar los territorios más apartados al mercado nacional e internacional. Así lo explicó Luis Santiago Salazar Calderón, asesor de la Secretaría de Competitividad y Productividad, quien detalló los avances en infraestructura y los proyectos en curso.
“Desde la estrategia de acción unificada, nuestro gobernador, MG (r) Juvenal Díaz Mateus, ha apostado por fortalecer la conectividad aérea del departamento. Esta conectividad, a través del tiempo, nos permitirá impulsar todos los renglones de la economía y atender las necesidades de la comunidad”, afirmó Salazar Calderón.
Según el funcionario, Santander cuenta con una sólida infraestructura aérea, con alrededor de siete aeródromos distribuidos en distintos municipios, y varios de ellos en proceso de reactivación o fortalecimiento. Uno de los principales proyectos es el del aeropuerto Los Pozos, en San Gil, considerado estratégico por su potencial turístico y agrícola.
“Allí estamos trabajando con la Aeronáutica Civil y Satena para traer vuelos en el menor tiempo posible. San Gil recoge la necesidad de conectividad de la provincia Comunera, Guanentina y parte de Vélez. Además, es una despensa agrícola del sur del departamento que necesita conectarse con los mercados en menos tiempo y con mayor seguridad”, explicó.
Aeródromos en tierra santandereana
Otros aeródromos en la mira del gobierno departamental son los de Málaga, Cimitarra, Sábana de Torres, San Vicente de Chucurí, Barbosa, Socorro y el aeropuerto Yariguíes de Barrancabermeja. “El de Málaga tuvo que cerrarse en 2022 por un tema de seguridad, pero estamos trabajando para reactivarlo. En Cimitarra, una población golpeada por el conflicto, la conectividad es fundamental. En San Vicente, con el desarrollo del complejo turístico del Topocoro, buscamos que turistas nacionales y extranjeros puedan llegar vía aérea”, agregó.
Respecto a las proyecciones internacionales, Salazar señaló que la visión es construir una conectividad regional sólida que permita enlaces eficientes desde las ciudades intermedias del departamento hacia Bogotá y Medellín, para desde allí conectarse con destinos internacionales. “Hemos articulado esfuerzos con la Gobernación de Norte de Santander y la Región Administrativa y de Planificación (RAP) para integrar destinos como San Gil, Málaga, Ocaña y Tibú, y desde allí conectar con Cúcuta y Bucaramanga”, explicó.
Una de las apuestas más destacadas es la posible consolidación del aeropuerto Yariguíes como uno de carga internacional. “El aeropuerto de Barrancabermeja ya está operativo, pero solo de día. Estamos haciendo gestiones para dotarlo con luces de pista, ayudas aeronáuticas e instrumentos de navegación aérea, y convertirlo en el aeropuerto internacional de carga del Magdalena Medio”, anunció.
Listos para recibir aeronaves comerciales
Sobre la capacidad operativa de los aeropuertos, el asesor de la Secretaría señaló que, en el caso de San Gil, pueden recibir aeronaves tipo ATR 42 o ATR 72, como las que opera Satena, con capacidad para hasta 40 pasajeros. “Actualmente vuelan avionetas tipo chárter, pero tenemos la infraestructura para recibir aeronaves más grandes. En Málaga, por ejemplo, estamos evaluando la pista para recibir aviones de 19 pasajeros, como los Twin Otter”, dijo.
En cuanto a tiempos de vuelo, destacó las ventajas del transporte aéreo en términos de rapidez y seguridad. “Desde San Gil hasta Bogotá son 45 minutos; a Bucaramanga, 15 minutos; y a Medellín, 48. Esto significa que podemos conectar en menos de una hora la capital turística de Santander con las principales ciudades del país”, explicó Salazar.
La apuesta del gobierno va más allá de lo técnico. Implica una articulación institucional con alcaldías, gremios, empresarios y centros educativos. “El gobernador ha sido enfático en que todos trabajemos desde la estrategia de acción unificada. Necesitamos que los municipios, las cámaras de comercio, Fenalco y las instituciones educativas se sumen a este proceso”, subrayó.
Esta articulación no solo busca mejorar el transporte, sino generar desarrollo económico y empleo. “Si logramos consolidar aeropuertos como los de San Gil y Málaga, vamos a necesitar mano de obra local para la industria aeronáutica. Las instituciones educativas deben formar técnicos y personal de mantenimiento, porque esto genera oferta laboral. Todos los sectores, desde los taxistas hasta los comerciantes, se van a beneficiar de esta conectividad”, dijo.
Finalmente, Salazar destacó el papel de Satena y la Aeronáutica Civil como aliados estratégicos y reiteró el compromiso de trabajar en tiempo récord para consolidar estos proyectos. “La conectividad aérea en Santander será un caso de éxito. Confiamos en que muy pronto tendremos vuelos desde San Gil y Málaga, y ojalá, en los próximos años, un aeropuerto internacional de carga que fortalezca nuestra economía y nos conecte con el mundo”, concluyó.
