La crisis de la Selección Colombia
Resumen
La Selección Colombia está en una crisis futbolística preocupante en las Eliminatorias al Mundial 2026. El técnico Néstor Lorenzo lucha por definir un estilo de juego convincente para devolver la solidez a la Tricolor, teniendo como base jugadores experimentados y jóvenes promesas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: Silvia Catalina Alarcón Buitrago/Especial Periódico EL FRENTE
¿Tormenta a la vista o una oportunidad para reinventarse?. La Selección Colombia atraviesa una de sus peores crisis futbolísticas en los últimos años, si bien la derrota en sí misma no es un evento aislado en el mundo del fútbol, lo que más preocupa a los aficionados colombianos no son únicamente los resultados adversos, sino el nivel de juego que se está mostrando en el terreno de juego, en las Eliminatorias al Mundial 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá, la situación de la Tricolor parece más incierta que nunca.
El técnico Néstor Lorenzo, quien asumió la dirección del equipo con la esperanza de devolverle la solidez, que históricamente ha caracterizado a la selección, enfrenta un panorama cada vez más complicado. A pesar de contar con una generación de futbolistas talentosos y con experiencia internacional, el equipo no ha logrado encontrar la fórmula para consolidarse como una de las selecciones más fuertes de Sudamérica, como lo fue en las eliminatorias pasadas.
La identidad es clave
Lo cierto es que, más allá de las derrotas, el estilo de juego propuesto por Lorenzo ha sido uno de los principales puntos de crítica. En el fútbol moderno, la identidad es clave, y la selección colombiana parece carecer de una propuesta clara que convenza tanto a los jugadores como a los hinchas. La posesión del balón, los constantes cambios tácticos, variantes en el juego, lectura de partidos y la falta de eficacia frente al arco rival han sido aspectos recurrentes en los últimos partidos, lo que genera una sensación de incertidumbre sobre el camino hacia el Mundial 2026.
Los hinchas, que siempre han estado entre los más apasionados y exigentes del continente, no han tardado en expresar su frustración. Las críticas hacia Lorenzo no solo se centran en los resultados, sino en la falta de coherencia entre lo que se espera de una selección nacional y lo que realmente se está viendo en el campo. La ausencia de un juego convincente y la falta de continuidad en el rendimiento colectivo han desatado cuestionamientos sobre la permanencia del entrenador en el cargo.
Sin embargo, no todo está perdido. El proceso de Lorenzo es joven, y aunque los resultados inmediatos son cruciales, hay que recordar que el fútbol es también un deporte de ciclos. El técnico argentino tiene una oportunidad única de construir un equipo con base en jugadores jóvenes, pero experimentados, que pueden darle una nueva identidad a la selección. Nombres como Luis Díaz, John Jader Duran o Juan Fernando Quintero, junto con jóvenes promesas que empiezan a brillar en Europa, son una muestra de que hay talento para construir una nueva era dorada.
Liderar proceso de transformación
Ahora bien, la paciencia tiene un límite, y los próximos meses serán decisivos. Si bien el objetivo principal es clasificar, también es necesario que el equipo consiga una identidad de juego que genere confianza tanto en los futbolistas como en los aficionados. La calidad y el potencial están presentes, pero la estructura táctica y el estilo de juego deben mejorar si se quiere aspirar a grandes cosas.
En conclusión, la crisis actual de la selección colombiana no debe ser vista como el fin de un ciclo, sino como una oportunidad para replantear el rumbo. Néstor Lorenzo tiene la tarea de liderar este proceso de transformación, pero también es hora de que los jugadores se comprometan con la idea colectiva y dejen atrás las individualidades que tanto han caracterizado al fútbol colombiano en los últimos años. El camino al Mundial está lleno de obstáculos, pero con un cambio de mentalidad y una dirección clara, la tricolor podría dar un giro hacia el éxito.