Indignación por reto mortal en una discoteca: joven salió a celebrar su cumpleaños y terminó con muerte cerebral
Resumen
María José Ardila, de 23 años, sufrió muerte cerebral tras un reto de tragos en una discoteca de Cali. La falta de asistencia médica y un posible trago adulterado están bajo investigación. Su familia exige respuestas y sanciones ejemplares.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La noche que debía ser una simple celebración de cumpleaños terminó convertida en una tragedia que hoy indigna a toda Cali. María José Ardila, una joven de 23 años, fue declarada con muerte cerebral tras participar en un “reto de tragos” dentro de una reconocida discoteca del norte de la ciudad, un evento que, según testigos, fue promovido por el propio personal del local.
Lo más grave y lo que más duele a su familia es que en el momento en que la joven colapsó no había personal médico, paramédico ni ambulancia disponible para atenderla. “No tenían nada, ni siquiera un paramédico. Cuando llego a la UCI me dicen que la habían revivido tres veces. Vi morir a mi hija tres veces”, relató con profunda indignación Andrés Ardila, padre de la víctima.
Un reto mortal disfrazado de diversión
El reto consistía en ingerir, en pocos minutos, una serie de tragos de distintas bebidas alcohólicas. Videos grabados esa noche muestran a María José cumpliendo el desafío entre la presión y los aplausos de los presentes. En un momento, visiblemente incómoda, se le escucha decir: “Este trago qué es, esto me supo inmundo”. Segundos después, se desploma.
Sus amigos intentaron auxiliarla, pero todo se salió de control. “Le indujeron el vómito, pero ella broncoaspiró. Estuvo más de 17 minutos sin respirar”, explicó su padre. Hoy, los médicos confirman que su cerebro ya no muestra actividad.
La indignación crece al conocerse que la discoteca no contaba con ningún protocolo de emergencia, pese a organizar actividades de alto riesgo. “¿Cómo es posible que un bar promueva un reto de consumo extremo sin tener asistencia médica? No hay derecho”, cuestiona la familia, que ahora exige justicia y sanciones ejemplares.
De acuerdo con las primeras pesquisas, la investigación se centra en dos aspectos: la posible alteración del último trago (que tenía un color diferente a los anteriores) y la responsabilidad del establecimiento por omisión en la atención.
El deber de cuidado que se ignoró
La Corte Constitucional, en su Sentencia SU-029 de 2024, advirtió que los establecimientos abiertos al público deben prever riesgos razonables para sus clientes, incluidos casos de intoxicación o emergencias médicas. Ignorar ese deber puede derivar en sanciones penales.
Sin embargo, en este caso, la discoteca habría incumplido de manera flagrante esa obligación. Organizar un reto de alcohol sin supervisión médica ni medidas de respuesta rápida fue, según expertos, una irresponsabilidad que costó una vida.
“Fue una cadena de errores”
“Un reto sin control, sin asistencia y sin respuesta oportuna. Eso fue lo que mató a mi hija”, dijo el padre de María José, entre lágrimas. Las autoridades analizan las grabaciones para determinar si hubo manipulación de bebidas y quiénes promovieron el peligroso juego.
Mientras tanto, María José permanece conectada a máquinas en una unidad de cuidados intensivos. Su familia, devastada, clama justicia y pide que ninguna otra persona tenga que pagar con su vida la imprudencia de quienes hacen negocio promoviendo el exceso.
“Mi hija salió a celebrar un cumpleaños. No sabía que ese bar la iba a sentenciar a muerte.” — Andrés Ardila, padre de la víctima.
 
                     
                    
                     
               
               
              