El día que la Virgen de Chiquinquirá llegó al corazón del Papa Francisco

En memoria del Papa Francisco, cuya partida conmueve al mundo entero, Colombia recuerda uno de los momentos más emotivos de su historia reciente: el encuentro entre el Santo Padre y la imagen original de la Virgen de Chiquinquirá, Reina y Patrona del país, durante su visita apostólica en 2017.
Fue un acto que trascendió lo logístico para convertirse en símbolo de unión espiritual, cultural y patrimonial. Fray Nelson Novoa, rector del Santuario Mariano Nacional, expresó: “El lienzo de la Virgen está profundamente ligado a la historia de Colombia, y este momento quedará en la memoria de todos como un verdadero acto de providencia”.
El Papa Francisco había manifestado su deseo de encontrarse con la sagrada imagen. La apretada agenda papal impedía su desplazamiento hasta Boyacá, lo que motivó una misión sin precedentes: trasladar la obra desde la Basílica en Chiquinquirá hasta la Catedral Primada de Bogotá. La operación fue asumida con total entrega por parte de Servientrega, que diseñó una logística a la altura del simbolismo que representaba el lienzo.
La operación inició el 1 de septiembre de 2017, con una misa campal de despedida en Chiquinquirá. Desde allí, la imagen fue transportada por tierra hasta el estadio municipal, escoltada por la Policía Nacional. Luego, a bordo de un helicóptero MI-171, fue llevada hasta Bogotá. Esta aeronave, similar a la utilizada en la recordada Operación Jaque, ofreció la seguridad y estabilidad necesarias para preservar la integridad del cuadro, que, junto con su embalaje, alcanzaba un peso aproximado de 120 kilos.
Ya en la capital, la imagen fue acogida en la Parroquia Santa Viviana antes de ser llevada, el 2 de septiembre, en solemne procesión hasta la Catedral Primada. Allí, el 7 de septiembre, el Papa Francisco tuvo un encuentro privado con la Virgen de Chiquinquirá, en un momento que conmovió a millones de colombianos y quedó grabado en la memoria nacional.

Una obra protegida con amor y precisión
El embalaje que protegió a la imagen fue una verdadera joya de ingeniería. Más de 80 profesionales participaron en su diseño y ejecución. Se construyó un guacal en madera de pino de 30 mm, con barniz ignífugo, espumas de diferentes densidades, terciopelo y herrajes de acero galvanizado. En la tapa, una imagen grabada con láser de la Virgen acompañada de la frase “Una entrega de amor” sintetizaba el espíritu de la misión.
Pintada en 1562 por Alonso de Narváez, la imagen de la Virgen de Chiquinquirá ha sido custodiada por la comunidad dominica durante más de tres siglos y medio. En 1919 fue declarada Reina y Patrona de Colombia, convirtiéndose en un símbolo de esperanza para millones de fieles.
“Para nosotros, no fue solo una operación logística. Fue un acto de devoción, de profunda responsabilidad con el país y con su historia”, manifestaron representantes de la empresa encargada del traslado, al recordar esta labor que hoy cobra un nuevo sentido con la partida del Papa Francisco.
A ocho años de aquel histórico encuentro, Colombia se une en oración y homenaje a la memoria del Papa Francisco, quien con su cercanía y sencillez conquistó el corazón de América Latina. Este episodio, que reunió a la nación en torno a la fe, sigue inspirando a las nuevas generaciones y reafirma los valores que nos identifican como pueblo: la espiritualidad, la identidad cultural y el respeto por nuestras tradiciones.
“Recordar esta entrega bendita es también recordar lo mejor de nosotros como país”, concluyeron voceros del equipo que hizo posible el traslado.