Dengue en Santander: una epidemia que no podemos seguir ignorando
Resumen
En 2025, Colombia sufre una grave epidemia de dengue, con Santander como uno de los focos más críticos. En 2024, se reportaron 320.982 casos, de los cuales el 36% presentaron signos de alarma. La situación requiere atención médica urgente y medidas de prevención inmediatas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En pleno 2025, Colombia enfrenta una de las mayores crisis sanitarias por dengue de la última década. Y el departamento de Santander se ha convertido en uno de los focos más alarmantes. Aunque el dengue ha sido una enfermedad históricamente subestimada en el país, sus consecuencias son cada vez más devastadoras, tanto en términos de salud pública como de impacto social y económico.

Según cifras oficiales compartidas por la doctora Ana Cristina Ochoa, médica especialista en farmacología clínica y epidemiología y actual directora médica para Takeda en Colombia, "en lo que va del 2024, se han registrado 320.982 casos de dengue en el país". Lo más preocupante, afirma, es que el 36% de estos casos han presentado signos de alarma, es decir, han requerido algún tipo de intervención médica. Una realidad que, más allá de las estadísticas, habla de hospitales saturados, familias angustiadas y una red de salud que lucha por mantenerse a flote ante la creciente demanda.
En Santander, el panorama es aún más grave. Con 6.528 casos reportados en el primer semestre del año, cerca del 30% de los pacientes han requerido hospitalización. “Eso representa un costo inmenso para el sistema de salud, para las familias y para el desarrollo regional”, señala la doctora Ochoa.
No es solo fiebre: el rostro real del dengue
El dengue no se limita a una fiebre pasajera. Sus síntomas —que incluyen fiebre alta, dolor intenso detrás de los ojos, salpullido, dolor muscular y articular, sangrados leves o petequias— pueden agravarse rápidamente si no se recibe atención médica oportuna. En muchos casos, la enfermedad progresa hasta formas graves que pueden comprometer órganos vitales e incluso conducir a la muerte.
"Estamos tan acostumbrados a convivir con el dengue que lo hemos minimizado, pero es una enfermedad que puede matar. En lo que va del año ya se han reportado más de 120 muertes en Colombia, la mayoría de ellas en menores de 19 años", advierte Ochoa con una voz firme que deja claro que este no es un tema menor.
¿Qué estamos haciendo (y qué no) para prevenir?
Desde el punto de vista gubernamental, las campañas de prevención han sido recurrentes pero poco sostenidas. En zonas donde el dengue es endémico —como Santander, gracias a su altura, temperatura y humedad—, la prevención debería ser una prioridad permanente. Sin embargo, muchos ciudadanos aún desconocen cómo se transmite el virus y qué medidas pueden tomar para protegerse.
La doctora Ochoa insiste en que entender el mecanismo de transmisión es clave: el dengue es causado por un virus que se transmite a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti. Este insecto prolifera en aguas limpias estancadas, por lo que eliminar reservorios como llantas abandonadas, floreros, baldes, bebederos de mascotas o depósitos sin tapa se convierte en una acción urgente y esencial.
“Las medidas de protección individual también son indispensables. Usar repelente —en la piel y en la ropa—, vestir con pantalones largos y camisas de manga larga, especialmente al amanecer y al atardecer, y proteger a los niños son pasos simples pero vitales”, subraya Ochoa.

La vacuna es una esperanza tangible
En medio de esta coyuntura crítica, surge una herramienta que podría cambiar radicalmente el curso de la epidemia: la vacuna contra el dengue. Aunque muchas personas aún desconocen su existencia, en Colombia ya se cuenta con una vacuna autorizada que puede administrarse tanto a personas que han tenido dengue como a quienes nunca han sido contagiadas.
Takeda, una compañía biofarmacéutica con presencia global, ha liderado el desarrollo de esta vacuna durante más de 15 años. "Es un avance enorme. Así como lo hicimos con el COVID, la vacunación puede reducir de manera contundente los contagios y evitar complicaciones graves", enfatiza la directora médica de la compañía en Colombia.
La clave, como siempre, está en el acceso equitativo y la educación. La doctora Ochoa resalta que los esfuerzos que hacen los medios de comunicación, las escuelas y las comunidades para educar sobre la prevención y los síntomas del dengue pueden marcar la diferencia: “Esto que estás haciendo, Andrés, es fundamental. Informar salva vidas”.
¿Cuándo debo consultar a un médico?
Una de las grandes barreras en la lucha contra el dengue es el subregistro y la consulta tardía. Muchas personas no saben cuándo acudir al médico o confunden los síntomas con una simple gripa.
Ochoa explica que cualquier fiebre alta acompañada de dolor detrás de los ojos, salpullido, náuseas, vómito, dolor muscular o signos como petequias (pequeñas manchas rojas o moradas en la piel) debe ser motivo de consulta inmediata. “Y mucho más si hablamos de niños. En ellos, el dengue puede avanzar muy rápido y generar complicaciones graves. Si hay fiebre persistente, vómito o signos de deshidratación, no se debe esperar”, advierte.
El único medicamento permitido para el manejo del dolor y la fiebre en casos de dengue es el acetaminofén. “No se deben tomar otros analgésicos como ibuprofeno o aspirina, porque pueden agravar la situación al aumentar el riesgo de hemorragias”, recalca.
Un llamado a la acción colectiva

Frente al dengue, no basta con esperar acciones del gobierno o de las instituciones de salud. Cada ciudadano tiene en sus manos herramientas poderosas para protegerse y proteger a los suyos. Desde eliminar criaderos de mosquitos hasta acceder a la vacuna o consultar a tiempo, la responsabilidad es compartida.
"No podemos seguir perdiendo vidas por una enfermedad que se puede prevenir", concluye la doctora Ana Cristina Ochoa. “Hemos perdido la batalla durante años, pero aún estamos a tiempo de cambiar la historia. Solo si nos unimos, desde lo más cotidiano hasta la política pública, podremos hacerlo”.
La lucha contra el dengue en Santander y en todo el país no puede seguir en pausa. La epidemia está aquí y ahora. Y si no actuamos ya, los números seguirán subiendo, cobrando más vidas y recordándonos, una vez más, que lo urgente no puede seguir siendo postergado.