¡Adiós a la quimio! La nueva medicina que arrincona al cáncer
Resumen
La oncología evoluciona hacia tratamientos personalizados, abordando el cáncer con precisión quirúrgica gracias a la medicina de precisión, inmunoterapia y tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, que mejora diagnósticos y tratamientos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La investigación médica está transformando el diagnóstico y tratamiento del cáncer en todo el mundo. España no es la excepción. Aunque los casos diagnosticados han aumentado en las últimas décadas —por envejecimiento, exposición a factores de riesgo o mejoras en la detección precoz— la mortalidad ha disminuido notablemente gracias a los avances científicos.
El cambio más profundo ha sido pasar de terapias genéricas a tratamientos personalizados. “Ya no se trata de usar quimioterapia sin dirección, sino de atacar con precisión quirúrgica las debilidades del tumor”, explica el doctor César Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
La medicina de precisión se apoya en el análisis molecular de cada paciente. Gracias a los biomarcadores, hoy se identifican dianas terapéuticas específicas y se seleccionan fármacos que actúan solo en ese tipo de tumor. Esta estrategia mejora la eficacia del tratamiento y reduce los efectos secundarios.
Otra revolución es la inmunoterapia, que estimula el sistema inmune del paciente para que combata el cáncer. Especialmente prometedoras son las terapias CAR-T, que modifican células inmunitarias para atacar de forma muy dirigida a las tumorales. Estas técnicas han salvado vidas en pacientes sin otra alternativa.
También se exploran vacunas terapéuticas y preventivas, algunas basadas en la tecnología ARN mensajero, como la del Covid. Un ensayo en Oxford busca evitar el cáncer de pulmón en personas de alto riesgo.
La inteligencia artificial (IA) está acelerando este cambio. Algoritmos ayudan a diagnosticar, predecir la evolución de la enfermedad y personalizar tratamientos combinando datos médicos, genéticos y de estilo de vida.
Incluso los tratamientos tradicionales evolucionan. La radioterapia, por ejemplo, se ha vuelto más precisa y menos invasiva, y la biopsia líquida permite detectar el cáncer con un simple análisis de sangre.
El futuro de la oncología ya está aquí. Como afirma Jesús Sánchez, de la Fundación Cris contra el cáncer: “No es magia, es ciencia. Pero para avanzar, necesitamos seguir invirtiendo en investigación”.