Santurbán grita: seis en la mira por la fiebre del oro ilegal que devora el Páramo
Resumen
Seis personas fueron judicializadas por su presunta participación en un grupo delictivo dedicado a la extracción ilegal de oro en una zona protegida de Santurbán, causando graves daños a los ecosistemas mediante el uso de maquinaria pesada y sustancias químicas peligrosas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El corazón del ecosistema de Santurbán está siendo herido de muerte. Seis individuos, señalados de coordinar una red de explotación ilegal de oro, enfrentan ahora a la justicia. Sus acciones, presuntamente, han dejado una cicatriz profunda en los recursos naturales de una región vital para Colombia.
La Fiscalía General de la Nación ha puesto bajo el foco a seis personas que, al parecer, formaban parte de una organización dedicada a la extracción ilegal de oro en una zona de conservación y protección ambiental crítica, en las cercanías del páramo de Santurbán, específicamente en jurisdicción de Lebrija, Santander.
Un Daño Irreparable: Mercurio, Cianuro y la Sed de Oro
Los procesados son señalados de orquestar un esquema que empleaba equipos mecanizados como malacates y taladros eléctricos, además de explosivos y sustancias químicas altamente peligrosas, entre ellas mercurio y cianuro. Con estos métodos, buscaban el metal precioso en socavones clandestinos conocidos como El Túnel, Vetabarro, El Indio y La Perezosa. Todo esto, sin los títulos mineros ni los permisos legales que exige la ley, actuando de forma encubierta.
El impacto de estas actividades ilegales ha sido devastador. En el lugar, las autoridades constataron graves afectaciones a los recursos naturales del área protegida. La huella de su accionar ilegal no solo ha promovido el deterioro de los ecosistemas, sino que ha puesto en riesgo la riqueza hídrica y la biodiversidad de Santurbán, un páramo que es fuente de vida y agua para millones.
La Red Clandestina y los Delitos Impuestos
La investigación reveló la existencia de una red organizada de trabajadores en mina y de los llamados "campaneros", quienes tenían la tarea de alertar sobre la cercanía de las autoridades, intentando frustrar cualquier intervención legal.
Una fiscal de la Dirección Especializada para los Delitos contra los Recursos Naturales y el Medio Ambiente ha imputado a los seis detenidos, de acuerdo con su presunta participación en los hechos, por una serie de graves delitos: concierto para delinquir agravado, explotación ilícita de yacimiento minero, contaminación ambiental por explotación de yacimiento minero o hidrocarburo, daños en los recursos naturales; y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos.
Los individuos vinculados a esta investigación han sido identificados como Fredy Chaparro Lizcano, Cristian Alberto Vera Solano, Luis Enrique Vera Solano, Fredy Rico Suárez, Kenner Daza Calvo y Robinson Vega Acevedo. Todos ellos continuarán vinculados al proceso judicial mientras la justicia busca esclarecer completamente su responsabilidad en el daño causado a uno de los tesoros naturales más importantes de Colombia.