Santandereano asume la dirección de la Unidad Nacional para las Víctimas

Adith Rafael Romero Polanco, oriundo de Barrancabermeja, fue designado por el Gobierno Nacional como nuevo director general de la Unidad Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, mediante el Decreto 0628 del 5 de junio de 2025. El nombramiento fue oficializado por el presidente de la República y la directora encargada del Departamento para la Prosperidad Social, entidad a la que está adscrita la Unidad para las Víctimas.

Romero, quien anteriormente lideró la Oficina de Gestión del Riesgo en su ciudad natal, asume el reto de dirigir una de las instituciones más sensibles del Estado colombiano, en reemplazo de Gloria Isabel Cuartas Montoya, quien se desempeñó en calidad de encargada desde marzo de este año.

La Unidad para las Víctimas es responsable de coordinar y ejecutar las políticas públicas dirigidas a la atención y reparación integral de millones de ciudadanos que han sufrido los impactos del conflicto armado. La designación de Romero marca una nueva etapa para esta entidad, con el objetivo de avanzar en la garantía de derechos, el acceso a la justicia y la reconstrucción del tejido social.

Diversas organizaciones han respaldado la llegada de Romero al cargo. Desde la Red Internacional de Diplomacia Feminista señalaron que su nombramiento representa “una oportunidad concreta para fortalecer una institución fundamental para quienes aún enfrentan la negación de derechos, la revictimización y el abandono estatal”.

Entre los principales retos que asumirá Romero están el fortalecimiento de la atención humanitaria, la mejora en la articulación interinstitucional y la agilización de las medidas de reparación, tanto individuales como colectivas, en zonas donde persisten las secuelas del conflicto.

El anuncio generó reacciones divididas en la opinión pública. Mientras sectores sociales valoran su experiencia territorial y su cercanía con las comunidades vulnerables, otras voces críticas han cuestionado sus orígenes laborales como guarda de seguridad, pese a su formación académica, planteando un debate sobre los criterios de mérito y representación en cargos de alto nivel del Estado.

La designación entra en vigor desde la fecha de expedición del decreto y representa, para Romero, un desafío que requerirá liderazgo, sensibilidad social y una profunda comprensión de la complejidad del conflicto armado en Colombia.