Santander se consolida como un nuevo destino turístico en Colombia
Resumen
Santander emergente destino del turismo colombiano combina aventura, historia y sostenibilidad. Ofertas atractivas como el Cañón del Chicamocha y San Gil, deportes extremos y rutas culturales, demuestran su potencial para transformación turística y económica.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Con su combinación de aventura, historia, arquitectura y biodiversidad, Santander se proyecta como el gran destino emergente de Colombia en 2025. Los visitantes encuentran allí un equilibrio entre la adrenalina y la tranquilidad, entre el pasado colonial y la naturaleza exuberante, en una región que hoy le apuesta al turismo sostenible como motor de desarrollo. Desde las alturas del Chicamocha hasta los callejones de Barichara, Santander no solo encanta: está conquistando su lugar en el mapa del turismo mundial.
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Economía / EL FRENTE
Mientras Santa Marta y Cartagena mantienen su liderazgo como los destinos con más reservas durante la semana de receso escolar, un nuevo protagonista emerge con fuerza en el mapa turístico nacional: Santander, un departamento que combina naturaleza, historia, aventura y arquitectura colonial en una oferta que seduce cada vez más a viajeros nacionales e internacionales.
De acuerdo con el más reciente informe de Civitatis, la plataforma líder en distribución online de excursiones y actividades turísticas, Santander se posiciona este año entre los destinos de mayor crecimiento en reservas, junto con Cali y San Andrés. La tendencia revela un cambio profundo en el perfil del viajero colombiano: las familias y los turistas extranjeros están dejando atrás los recorridos urbanos tradicionales para buscar experiencias auténticas, inmersas en la naturaleza y en la cultura local.
“Los viajeros ya no buscan solo descansar, sino conectar con lo esencial: los paisajes, las tradiciones y la comunidad. Santander está respondiendo con una oferta diversa y sostenible que combina lo mejor del ecoturismo con la historia viva de sus pueblos patrimoniales”, explicó María Carolina Padilla, Country Manager de Civitatis en Colombia.

Santander: entre montañas, ríos y pueblos patrimoniales
El auge de Santander no es casualidad. El departamento, enclavado en la cordillera oriental, ofrece una de las experiencias turísticas más completas de Colombia. Desde las montañas del Cañón del Chicamocha hasta los caminos empedrados de Barichara, la región ha logrado integrar sus atractivos naturales con la riqueza cultural e histórica de sus municipios.
San Gil, reconocido como la capital de los deportes de aventura, se mantiene como uno de los principales polos de atracción gracias a actividades como el rafting en el río Fonce, el parapente en Curití y el torrentismo en la cascada de Juan Curí. En paralelo, el Cañón del Chicamocha sigue consolidándose como un ícono nacional del ecoturismo, impulsado por el Parque Nacional del Chicamocha (Panachi), que combina senderismo, cable aéreo y una vista panorámica única del paisaje andino.
Barichara, catalogado como el pueblo más bonito de Colombia, continúa siendo el epicentro del turismo histórico y arquitectónico. Sus calles empedradas, casas de tapia pisada y templos coloniales atraen tanto a turistas nacionales como a extranjeros en busca de un encuentro con la autenticidad. En sus alrededores, el Camino Real hacia Guane y las rutas artesanales consolidan la conexión entre turismo, cultura y sostenibilidad.
Más al sur, Zapatoca, “la ciudad levítica”, emerge como una joya oculta del turismo de bienestar y naturaleza. Su oferta se centra en el senderismo, las cuevas del Nitro y del indio, y la cercanía con la reserva natural del Cerro del Santo, desde donde se pueden apreciar algunos de los paisajes más impresionantes del Magdalena Medio.
Giron, por su parte, declarado Monumento Nacional, se perfila como una extensión natural del turismo urbano de Bucaramanga, ofreciendo al visitante un recorrido por la arquitectura colonial, la gastronomía santandereana y la historia de la fundación del oriente colombiano.
El Socorro, cuna de la Independencia, aporta un valor histórico invaluable, convirtiéndose en destino clave para quienes buscan conectar con el pasado revolucionario de Colombia.
Avistamiento de aves y turismo sostenible
Santander también empieza a brillar en segmentos especializados como el avistamiento de aves, una de las actividades con mayor proyección para el turismo internacional. Con más de 850 especies registradas, el departamento se ubica entre las regiones más biodiversas del país. Zonas como el Parque Natural Serranía de los Yariguíes, el Valle de San José y las veredas rurales de Charalá se están preparando para recibir a observadores y fotógrafos de naturaleza de todo el mundo.
Además, las rutas ecológicas y comunitarias impulsadas por asociaciones campesinas en municipios como Mogotes, Encino y Valle de San José están transformando el turismo en una alternativa sostenible que genera ingresos locales y protege los ecosistemas.
“El turismo rural y de naturaleza está permitiendo que las comunidades encuentren nuevas fuentes de desarrollo sin renunciar a sus tradiciones. Ese equilibrio entre sostenibilidad y autenticidad es lo que está posicionando a Santander como destino emergente”, señala Padilla.
Una oportunidad para atraer turismo internacional
El crecimiento de Santander como destino preferido durante la semana de receso coincide con los esfuerzos del sector público y privado por internacionalizar su oferta turística. Las rutas aéreas hacia Bucaramanga, la mejora de la conectividad terrestre y la inclusión del departamento en campañas de promoción internacional de ProColombia y Fontur han permitido ampliar su visibilidad en mercados extranjeros.
El reto ahora es consolidar esta tendencia con infraestructura adecuada, capacitación turística y promoción digital que conecte los atractivos de San Gil, Barichara, Zapatoca, Girón y el Socorro con los intereses del viajero global que busca experiencias personalizadas y responsables con el medio ambiente.
El informe de Civitatis también refleja un cambio estructural en el turismo nacional: mientras que los destinos de sol y playa, como Cartagena y Santa Marta, siguen dominando las reservas, cada vez más colombianos optan por descubrir nuevas regiones del interior. En 2025, Medellín mantiene relevancia con excursiones a Guatapé, y Bogotá amplía su oferta con tours de un día a municipios cercanos, pero la sorpresa está en el crecimiento sostenido de destinos alternativos como Santander y Cali, que están redefiniendo la experiencia de viaje.
“La transformación del turismo colombiano pasa por diversificar. Los viajeros están dejando de repetir destinos y están abiertos a descubrir regiones como Santander, donde cada experiencia tiene un rostro humano y un paisaje único”, concluye Padilla.