Reír es salud: el nuevo enfoque de la medicina integrativa
Resumen
Reír diariamente mejora el estado de ánimo y fortalece la salud física y emocional. Activa el cerebro, fortalece relaciones y es útil en terapias clínicas. La risa sincera libera endorfinas, mejora la oxigenación, y puede reducir presión arterial y mejorar el sueño.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La ciencia lo confirma: reírse todos los días no solo mejora el estado de ánimo, también fortalece la salud física y emocional. Aunque pueda parecer una recomendación sencilla, dedicar al menos diez minutos diarios a la risa podría ser una herramienta poderosa para afrontar el estrés, reducir el dolor y fortalecer nuestras relaciones sociales.
“Cuando reímos, activamos regiones del cerebro relacionadas con el placer y la interacción social, como el sistema límbico y la corteza prefrontal. Eso significa que no solo nos sentimos bien, sino que también nos conectamos mejor con los demás”, explicó la neuropsicóloga Johanna Cabrejo, adscrita a Coomeva Medicina Prepagada.
La especialista advierte que, aunque la risa no reemplaza ningún tratamiento médico, sí puede ser un complemento útil en terapias. Por eso, su aplicación ha ido más allá del entretenimiento: se está utilizando como parte de intervenciones clínicas en geriatría, cuidados paliativos, oncología y salud mental.
Uno de los hallazgos más llamativos es que las personas tienen hasta 30 veces más probabilidades de reírse cuando están acompañadas que cuando están solas. Esto se debe a las neuronas espejo, células cerebrales que nos impulsan a imitar emociones, como la risa, y que fortalecen la empatía. “Reír con otros nos hace más accesibles, más atractivos, y refuerza la conexión emocional”, afirmó Cabrejo.
La doctora añade que una risa sincera puede liberar endorfinas —analgésicos naturales del cuerpo— y mejorar la oxigenación, beneficiando funciones cardiovasculares y pulmonares, aunque estos efectos son temporales. También puede contribuir a reducir la presión arterial y mejorar la calidad del sueño.
“Al igual que recetamos un medicamento, los médicos deberíamos recetar reír 10 o 15 minutos cada día. Es gratis, no tiene efectos secundarios y puede ayudarnos a sobrellevar mejor los momentos difíciles”, agregó Cabrejo, quien invitó a incluir el humor como parte de la rutina diaria.
Eso sí, aclara que no todas las risas son iguales. Las carcajadas auténticas generan un impacto mayor en el cuerpo que las risas forzadas o sarcásticas. La clave está en la sinceridad emocional y en compartir esos momentos con los demás.
Diez datos que te harán sonreír (o al menos reflexionar)
- La risa es contagiosa: Nuestro cerebro reacciona a la risa de otros y nos impulsa a imitarla.
- Los bebés ríen antes de hablar: A los 3 o 4 meses ya sueltan sus primeras carcajadas.
- Más de 50 tipos de risa: Desde una tímida risita hasta una carcajada sonora, cada risa expresa algo distinto.
- Reímos más en grupo: Estar acompañados multiplica las probabilidades de reír.
- Los animales también ríen: Primates y hasta ratas emiten sonidos similares a la risa durante el juego.
- El cerebro detecta la risa falsa: Usamos distintas áreas para procesar una risa genuina y una forzada.
- Reímos menos con la edad: Aunque los adultos mayores disfrutan del humor, se ríen menos que los jóvenes.
- Mejora el aprendizaje: En niños y adultos mayores, la risa reduce el estrés y favorece la atención y la memoria.
- Activa el sistema de recompensa: Reír se siente tan bien como escuchar música o comer chocolate.
- Podría alargar la vida: Personas con buen sentido del humor tienden a vivir más, incluso en contextos difíciles.