Por cuatro horas estuvieron obligados a viajar junto a un cadáver
Resumen
Un vuelo de Melbourne a Doha se tornó inolvidable cuando un matrimonio viajó junto a un cadáver durante cuatro horas. Aunque traumática, la experiencia fue manejada profesionalmente por la tripulación.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Lo que pintaba como un vuelo normal de Melbourne a Doha terminó convirtiéndose en una experiencia que ningún matrimonio olvidará: tuvieron que viajar cuatro horas acompañados de un cadáver.
Sí, así como lo lees: no era un pasajero dormido, sino una mujer que falleció durante el vuelo y terminó sentada junto a ellos en plena fila.
Mitchell Ring relató que la tripulación le pidió amablemente cambiarse de silla. Él aceptó pensando que alguien necesitaba espacio… y vaya sorpresa: en su lugar acomodaron a la señora fallecida.
“Yo solo pensé: bueno, al menos no va a pedir que le pase el control remoto”, bromeó después.
Un viaje con humor negro (literal)
Mientras Jennifer, su esposa, consiguió escabullirse a otra fila gracias a una pasajera solidaria, Mitchell se quedó como improvisado vecino del “pasajero más silencioso del avión”. Aguantó tres horas y media de vuelo con la mejor cara posible.
“Fue traumático”, dijo la pareja. Aunque, siendo sinceros, hay compañeros de viaje peores: los que roncan, patean el asiento o se comen tu brazo en el reposabrazos.
Según la aerolínea, la tripulación actuó de manera “rápida, profesional y adecuada”. Lo cierto es que no hubo ascenso a clase ejecutiva para el cuerpo, y al matrimonio tampoco lo ascendieron, aunque sí recibieron una lección: cuando compres pasajes, mejor paga por la fila de emergencia… no por la fila mortuoria.
El vuelo aterrizó sin más sobresaltos y las autoridades se encargaron del cuerpo. Qatar Airways prometió apoyo emocional y compensación a la familia de la fallecida y a los pasajeros afectados.
Eso sí: de aquí en adelante, la pareja seguro revisará dos veces con quién comparte la fila antes de abrocharse el cinturón.