“No llegamos a dormir al Congreso”: Gustavo Moreno lanza ofensiva contra fotomultas y va por la reelección al Senado

Con la premura de quien enfrenta el cierre de una legislatura decisiva y, al mismo tiempo, el arranque de una nueva contienda electoral, el senador de la República y hoy nuevamente candidato al Congreso, Gustavo Adolfo Moreno, conversó con EL FRENTE para presentar un balance detallado de su gestión parlamentaria y trazar las líneas centrales de lo que será su agenda legislativa en el último periodo de sesiones en el Salón Elíptico.

Moreno llega a este tramo final con una cifra que resume su paso por el Capitolio: 12 proyectos de ley radicados, de los cuales cuatro ya se convirtieron en leyes de la República. Un balance que, según sostiene, responde al mandato con el que fue elegido: legislar y representar a sectores ciudadanos que históricamente no habían tenido voz directa en el Congreso.

En el balance legislativo que expone, el senador destaca como principales logros la ley de cárceles, orientada a atender la crisis estructural del sistema penitenciario; la ley de motos, que regula aspectos clave para un sector ampliamente mayoritario en regiones como Santander; la ley del Sistema General de Participaciones, de impacto directo en la financiación territorial; y la ley de Estefanía, una iniciativa con fuerte contenido social y de protección de derechos.

Sin embargo, Moreno subraya que aún quedan proyectos prioritarios por sacar adelante en el último periodo de la legislatura. Dos de ellos, en particular, concentran su discurso y revelan su énfasis en problemáticas cotidianas que afectan directamente el bolsillo de los ciudadanos.

El primero busca acabar con el cobro de la reconexión de los servicios públicos domiciliarios. Para el senador, se trata de un “negocio injusto” que castiga doblemente a las familias que atraviesan dificultades económicas. “Una persona tiene que pagar reconexión de agua, de luz, de gas. Eso no es justo”, afirmó, al explicar que desde el Senado está abanderando un proyecto de ley que elimine estos cobros adicionales.

El segundo apunta a uno de los temas más sensibles para conductores y motociclistas: las fotomultas. Moreno fue enfático al calificar este sistema como un negocio montado “a costillas de los ciudadanos” en varios departamentos del país. Como ejemplo, citó corredores viales como el de Tunja a Bogotá, donde, según su denuncia, cámaras que deberían servir para perseguir delincuentes terminaron convertidas en instrumentos de sanción masiva contra trabajadores que se movilizan diariamente en carro o moto.

“Hemos radicado un proyecto de ley para acabar las fotomultas en Colombia”, insistió, al tiempo que cuestionó el uso indiscriminado de la tecnología con fines meramente recaudatorios.

Tarifas de energía y equidad

para climas cálidos

Otro de los ejes centrales de su agenda legislativa es la ley de tarifas de energía, una iniciativa orientada a corregir las inequidades que enfrentan las regiones de climas cálidos frente al costo del servicio eléctrico. Moreno explicó que el proyecto ya superó una primera ronda en el Senado, pero se hundió en la Cámara de Representantes por vencimiento de términos.

Lejos de desistir, el senador aseguró que la propuesta fue nuevamente radicada y hoy avanza con paso firme: ya fue aprobada en el Senado y se encuentra en tercer debate, a la espera de un último trámite en la Cámara para convertirse en ley de la República. El corazón del proyecto es la creación de un nuevo piso térmico, que permita una fórmula tarifaria más justa y acorde con las condiciones climáticas del país.

Con el calendario electoral en marcha, Moreno reconoce que ahora vive una doble condición: deja de ser únicamente senador para convertirse de nuevo en candidato. En ese tránsito, asegura, ha optado por recorrer “cada rejullón de Colombia” con un mensaje claro: rendir cuentas.

“A mí me eligieron para hacer leyes”, afirmó. Por eso, su estrategia de campaña se centra en socializar con los ciudadanos las normas aprobadas, los proyectos impulsados y el trabajo legislativo realizado durante los últimos cuatro años. “Llegamos allá a trabajar, no a dormir”, dijo, al destacar que su gestión buscó representar a sectores que no encontraban eco en el Congreso.

Coaliciones, independencia

y panorama presidencial

En el terreno político, el senador describió el espacio que integra como una coalición multiversa, en la que confluyen partidos como el Verde y la Alianza Social Independiente (ASI), entre otros. Según explicó, estas colectividades han optado por mantener libertad frente a la definición presidencial.

La decisión, señaló, se tomará después de las elecciones legislativas del 8 de marzo, cuando los congresistas electos de la coalición se reúnan para fijar una postura conjunta el 9 de marzo. Mientras tanto, Moreno reiteró su trayectoria reciente: en la pasada contienda presidencial apoyó inicialmente a Sergio Fajardo y, en segunda vuelta, respaldó a Gustavo Petro frente a Rodolfo Hernández.

Hoy, sin embargo, subraya que su partido mantiene una posición de independencia dentro del Congreso, votando según lo que considere conveniente para los intereses ciudadanos y no por alineamientos automáticos con el Ejecutivo.

El Congreso como

“freno de mano” del país

En su mensaje final, dirigido especialmente a los santandereanos, Moreno reivindicó el papel del Congreso como un contrapeso esencial del poder. Aseguró que, en momentos difíciles para el país, el Legislativo se convierte en un “freno de mano” capaz de encauzar las decisiones nacionales, sin importar si el presidente es de izquierda o de derecha.

“El precio del huevo que se come cada colombiano en la mañana se decide en el Congreso”, dijo, al ilustrar cómo reformas tributarias y leyes económicas impactan directamente la vida cotidiana. Para el senador, esa realidad ha llevado a que los ciudadanos empiecen a valorar con mayor conciencia el rol del Legislativo.

Con ese mensaje, Gustavo Adolfo Moreno cierra su balance y abre una nueva etapa política, insistiendo en que seguirá trabajando por Santander, su departamento, y por Colombia, desde la convicción de que las decisiones más trascendentales del país se siguen tomando entre curules, debates y proyectos de ley.

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