Monja es despedida del monasterio por ser “demasiado bella”

De 33 años y administradora de empresas- La monja brasileña Aline Pereira Ghammachi nació en Amapá, es licenciada en administración de empresas y dedicó su vida a la religión. En 2018, fue nombrada directora del Monasterio de San Giacomo di Veglia, un edificio de piedra centenario ubicado cerca de Venecia, Italia.

Sin embargo, hace dos años, la hermana Aline fue denunciada en una carta anónima enviada al Papa Francisco. “Decían que maltrataba y manipulaba a mis hermanas”, afirmó la brasileña, en entrevista con Folha de S. Paulo.

Después de que la carta llegó al Papa, se inició una auditoría en el monasterio. El primero fue en 2023, duró semanas y se sugirió archivar el caso, según un documento al que tuvo acceso el diario. Sin embargo, el caso fue reabierto semanas después.

Aline cree que la petición vino de fray Mauro Giuseppe Leporia, abad principal de la orden que dirige el monasterio. "Dijo que era demasiado bonita para ser abadesa, ni siquiera monja. Lo dijo en tono de broma, riéndose, pero me hizo quedar en ridículo", explicó Aline sobre el fraile, con quien trabajó durante años.

En 2024, el Vaticano envió otro visitador apostólico al sitio. "No nos hizo ninguna prueba, no hizo nada en absoluto, simplemente conversó. Y llegó a la conclusión de que yo era una persona desequilibrada y que las hermanas me tenían miedo", dijo Aline, citando a las 22 mujeres que vivían con ella en el monasterio.

La brasileña acabó perdiendo su puesto y una nueva abadesa, de 81 años, llegó al monasterio el día de la muerte del Papa Francisco, el 21 de abril. El 28 del mes pasado, Aline abandonó el monasterio.

Once de las 22 mujeres que vivían allí también decidieron irse, después de que la brasileña se fuera. “Las que quedan son las hermanas mayores, de 85 años, de 88 años”.

Una de las monjas que abandonó el monasterio salió a defender públicamente a la ex abadesa brasileña. "Se ha inaugurado un tratamiento medieval, un clima de calumnias y acusaciones infundadas contra la hermana Aline, quien, a su vez, es una persona muy seria y escrupulosa y que en los últimos años se ha convertido en el punto de referencia para la comunidad", declaró la monja Maria Paola Dal Zotto.

 Aline quiere justicia

Incluso fue al Vaticano, durante la semana del cónclave, para intentar apelar. No tuve derecho a defensa. Me expulsaron del monasterio sin motivo. Incluso estamos apelando ante el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. ¿Por qué sucedió esto? Porque soy mujer, porque soy joven y porque, especialmente en este contexto, soy brasileña.

Destaca que su origen y apariencia pudieron haber influido en su decisión. Eso demuestra el problema del sexismo y el machismo. Porque una persona joven y guapa debe ser estúpida. No puede ser inteligente, tiene que callarse.

 A pesar del episodio, Aline celebra la elección del nuevo papa, León XIV. “Creo que es positivo, porque lucha por los derechos humanos. Y es un papa canonista, es decir, licenciado en derecho canónico. Así que comprenderá la ley. Eso ya me dice mucho. No pido nada más que la ley”.