Milagro en el GP de México: piloto de la Fórmula 1 evita tragedia al esquivar a dos personas que invadieron la pista
Resumen
El piloto de la Fórmula 1, Liam Lawson, evitó un accidente fatal en el GP de México tras esquivar a dos comisarios que cruzaron la pista sin permiso. La FIA investigará el incidente que ha recordado tragedias pasadas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Lo que pudo ser una tragedia terminó en un milagro gracias a la sangre fría y reflejos de un piloto. Durante las primeras vueltas del Gran Premio de México, el neozelandés Liam Lawson, del equipo Racing Bulls, estuvo a fracciones de segundo de arrollar a dos comisarios de pista que cruzaron inesperadamente mientras el trazado seguía activo.
Las cámaras a bordo captaron la secuencia con escalofriante claridad: el monoplaza de Lawson avanza a más de 200 kilómetros por hora cuando, de pronto, dos siluetas con chalecos naranjas irrumpen sobre el asfalto. En una maniobra instintiva y precisa, el piloto gira bruscamente y logra esquivarlos por centímetros.
“¡Qué diablos! Dios mío. ¿Vieron eso?”, exclamó Lawson, con la voz llena de asombro y miedo, apenas reaccionó tras salvar lo que pudo ser un impacto fatal.
El incidente ocurrió mientras los oficiales retiraban restos de fibra de carbono tras una colisión en las primeras vueltas. Según los reportes iniciales, la orden de pista segura aún no había sido autorizada para ingreso de personal, lo que vuelve el hecho aún más grave.
“Estoy seguro de que recibiremos una explicación, pero esto no puede volver a suceder”, declaró Lawson al terminar la competencia, visiblemente conmocionado por la situación.
En los boxes, la escena generó silencio e incredulidad. Los equipos y la dirección de carrera revisan ahora cómo fue posible que dos comisarios ingresaran sin autorización, cuando el circuito se encontraba a plena velocidad.
La FIA anunció que abrirá una investigación inmediata para determinar responsabilidades, pues el incidente estuvo a punto de terminar en desastre. Expertos recordaron que este tipo de situaciones, aunque extremadamente raras, remiten a tragedias del pasado como la de Imola en 2000 o Canadá 2013, donde comisarios perdieron la vida en circunstancias similares.
Esta vez, el instinto y los reflejos de Liam Lawson evitaron lo peor. Pero el susto quedó grabado como un recordatorio de que, incluso en la máxima categoría del automovilismo, un segundo de descuido puede costar vidas.