“Métale Mente” : Santander le apuesta al bienestar emocional con una estrategia de prevención y cercanía
Resumen
"Métale Mente" en Santander desafía el tabú de la salud mental. A través de carpas itinerantes, el programa busca prevenir y acompañar a comunidades vulnerables, con enfoque en educación emocional y apoyo psicológico.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En Santander, hablar de salud mental dejó de ser un tabú. La Gobernación, a través de la Secretaría de Desarrollo Social, lanzó oficialmente el programa “Métale Mente”, una estrategia que busca prevenir, educar y acompañar emocionalmente a niños, jóvenes y familias en todo el departamento. Este proyecto, que se articula con el Hospital Psiquiátrico San Camilo, nace del reconocimiento de una realidad alarmante: el incremento de casos de violencia intrafamiliar, depresión, ansiedad y suicidio en municipios como Cimitarra, Landázuri, Sabana de Torres, Barrancabermeja y próximamente en el área metropolitana de Bucaramanga.
La secretaria de Desarrollo Social, Marisol Pinzón Sierra, explicó en entrevista que este esfuerzo surge ante la necesidad urgente de abordar la salud mental desde una mirada preventiva y comunitaria. “Queremos que el apoyo psicológico no sea un privilegio, sino una oportunidad para todos. Por eso llegaremos a veredas, parques y colegios con carpas itinerantes, donde psicólogos y trabajadores sociales atenderán a quienes necesiten orientación y acompañamiento”, aseguró la funcionaria.
El programa, que en su primera fase se desarrolló durante tres meses en cuatro municipios, atendió a más de 3.000 personas y activó 150 rutas de atención junto a alcaldías, personerías y fiscalías locales. Esas acciones permitieron evitar potenciales tragedias derivadas de la falta de atención oportuna a situaciones de riesgo emocional. “Nos dimos cuenta de que no podíamos seguir esperando. Cuando tienes niños de cinco o seis años que expresan deseos de morir, entiendes que hay que actuar desde la raíz y con urgencia”, relató Pinzón Sierra.
Prevención y acompañamiento cercano

El proyecto tiene un enfoque integral que combina educación emocional, orientación psicológica y acompañamiento familiar. Las carpas de “Métale Mente” son espacios móviles de escucha activa y contención donde las personas pueden acercarse sin miedo a ser juzgadas. En estos entornos se promueven talleres, charlas, actividades lúdicas y sesiones de reflexión para fomentar la gestión emocional, el manejo del estrés y la empatía colectiva.
Además, el componente educativo del programa busca romper el estigma que aún persiste alrededor de la salud mental. “A los santandereanos a veces nos cuesta aceptar que necesitamos ayuda. Pero la salud mental es igual de importante que la física, y debemos aprender a hablar de ella con naturalidad”, enfatizó la secretaria. La estrategia también contempla intervenciones en instituciones educativas, donde los profesionales enseñan herramientas de autocuidado, resolución de conflictos y prevención del acoso escolar y el consumo de sustancias psicoactivas.
La ejecución de “Métale Mente” está a cargo del ESE Hospital Psiquiátrico San Camilo, entidad que aporta su experiencia técnica y humana en la atención psicosocial. Los profesionales del hospital trabajan de la mano con líderes comunitarios y equipos municipales para adaptar las intervenciones al contexto de cada territorio. De esta manera, se garantiza que los mensajes de bienestar lleguen de forma efectiva a las comunidades más apartadas.
Durante el lanzamiento del programa, realizado el 15 de octubre, la primera dama del departamento, Victoria Casallas, resaltó el compromiso de la Gobernación con la salud emocional de los ciudadanos. “Sabemos que la salud mental es un problema de salud pública. Con esta estrategia queremos llevar esperanza, apoyo y acompañamiento a todos los municipios, para que ningún santandereano se sienta solo”, manifestó.
Un modelo itinerante que transforma comunidades
Uno de los aspectos más innovadores del proyecto es su carácter itinerante y descentralizado. A diferencia de los modelos tradicionales centrados en las ciudades, “Métale Mente” apuesta por llevar los servicios de salud mental a las zonas rurales y centros poblados. Las carpas estarán ubicadas en parques principales, colegios y espacios públicos estratégicos, donde los habitantes podrán acceder de manera gratuita a consultas breves, orientación psicológica y remisiones a servicios especializados cuando sea necesario.
El impacto de esta estrategia ya se evidencia en las comunidades intervenidas en 2024. En municipios como Barrancabermeja y Sabana de Torres, los habitantes destacan cómo las jornadas de “Métale Mente” han generado espacios de confianza donde se pueden expresar emociones sin temor. Madres de familia, jóvenes y adultos mayores han participado en actividades grupales que promueven la empatía y la resiliencia, fortaleciendo así los lazos sociales.
Para 2025, la meta es ambiciosa: beneficiar a más de 4.500 personas y consolidar una red de apoyo comunitario que perdure más allá del programa. La Gobernación de Santander también busca articular esta estrategia con las instituciones educativas y los centros de salud locales, para asegurar la continuidad del acompañamiento emocional.
“Queremos que cada municipio adopte la salud mental como una prioridad. Si logramos que las personas comprendan que pedir ayuda no es debilidad, sino valentía, habremos dado un paso enorme hacia una sociedad más empática y solidaria”, concluyó Marisol Pinzón Sierra.
Con “Métale Mente”, Santander se posiciona como un referente regional en la promoción del bienestar psicológico y emocional, demostrando que la prevención, la escucha activa y la cercanía pueden transformar vidas. Este programa no solo busca atender crisis, sino sembrar conciencia sobre la importancia de cuidar la mente, fortalecer la familia y construir comunidades que prioricen la salud emocional como un pilar del desarrollo humano.
En un departamento donde la resiliencia es parte de su identidad, “Métale Mente” invita a los santandereanos a mirar hacia adentro, a reconocerse y a entender que la salud mental no es un lujo, sino un derecho fundamental. Porque, como dice su lema, cuidar la mente también es una forma de cuidar la vida.

