Joven fue asesinada por su mejor amiga con un pastel mortal
Resumen
Ana Luiza de Oliveira, de 17 años, falleció tras comer un pastel envenenado enviado por su mejor amiga. La envenenadora admitió haber usado arsénico por celos y resentimiento. El caso ha alertado a las autoridades brasileñas sobre este tipo de ataques anónimos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La muerte de Ana Luiza de Oliveira Neves, una adolescente de 17 años residente en el municipio de Itapecerica da Serra, en São Paulo, ha conmocionado a todo Brasil. La joven falleció tras comer una torta envenenada que le fue enviada a su casa con una nota anónima que decía: “Un mimo para la chica más linda que vi jamás”.
El hecho ocurrió el pasado sábado hacia las 17:00 horas. Luego de recibir el pastel, Ana Luiza compartió audios en grupos de WhatsApp, mostrándose curiosa pero también temerosa: “Gente, lo que no mata engorda, y si muero, bueno. Quiero saber quién lo hizo, tengo miedo. Si muero envenenado, ya lo saben”, dijo sin saber que estaba describiendo su propio destino.
Tras consumir el postre, la joven comenzó a sentirse mal y fue llevada por su padre a un centro médico privado, donde le diagnosticaron intoxicación alimentaria y fue enviada de regreso a casa. Horas más tarde, cerca de las 4:00 a.m. del domingo, sufrió un agravamiento repentino. Fue trasladada nuevamente al hospital, pero llegó sin signos vitales. El reporte médico señala que Ana Luiza sufrió un paro cardiorrespiratorio y llegó al hospital en estado de cianosis, con hipotermia y sin pulso ni respiración. Pese a los intentos por reanimarla, falleció.
La autora del crimen
Las investigaciones de la Policía revelaron que el pastel había sido comprado en una confitería local, pero fue una tercera persona la que encargó y manipuló el producto. La autora resultó ser una de las mejores amigas de la víctima, otra adolescente cuya identidad ha sido reservada por tratarse de una menor de edad.
La joven confesó haber comprado óxido de arsénico por internet, por un valor de 80 reales, que usó para preparar la cobertura del pastel. Contrató a un motociclista para entregar la torta en casa de Ana Luiza, simulando ser un admirador anónimo.
Durante su declaración, la agresora también admitió haber intentado lo mismo semanas antes con otra amiga —también cercana a Ana Luiza— quien sobrevivió tras presentar síntomas de intoxicación. En ambos casos, la motivación habría sido una mezcla de celos y resentimiento, ya que, según explicó, sus amigas le habían “quitado” a chicos por los que se sentía atraída.
"Solo quería que vomitaran, no pensé que se iban a morir", dijo ante las autoridades. La joven también manifestó tener problemas psicológicos y aseguró sentirse avergonzada y con remordimiento por lo ocurrido.
Fría presencia durante la tragedia
El caso tomó un giro aún más escalofriante cuando se supo que la asesina convivió con la víctima y su familia durante el fin de semana de los hechos. Silvio, padre de Ana Luiza, reveló que la adolescente dormía en su casa, fue testigo de los síntomas de la víctima e incluso la acompañó al hospital. “La vio enfermarse, la vio desmayarse en el baño y no hizo nada. Después me abrazó como si nada hubiese pasado”, relató con dolor.
Amigos de Ana Luiza aseguraron que la agresora incluso celebró en redes sociales el supuesto obsequio que la joven recibió, sin levantar sospechas.
Silvio hizo un llamado a otras familias para que no acepten paquetes anónimos, especialmente si contienen alimentos: “Por el amor de Dios, no los acepten. Hoy fue mi hija, pero puede ser cualquiera”.
La trágica muerte de Ana Luiza es el cuarto caso de asesinato por alimentos envenenados registrado en Brasil en lo que va del año. En abril, dos hermanos —un niño de 7 años y una niña de 13— murieron tras consumir un huevo de pascua envenenado que fue enviado por la ex pareja de su padre. En otro caso, un bebé de ocho meses falleció luego de comer un dulce que una tía recibió de forma anónima.
Las autoridades brasileñas han encendido las alarmas ante este patrón de crímenes que utilizan el envenenamiento como método de agresión, y hacen un llamado urgente a la ciudadanía para reforzar la vigilancia en torno a este tipo de entregas.