Girón y Floridablanca refuerzan medidas ante brotes de fiebre amarilla y dengue
Resumen
Girón y Floridablanca enfrentan brotes de fiebre amarilla y dengue. Girón declara alerta amarilla, mientras Floridablanca fortalece su vigilancia ante ambas amenazas. Se intensifican vacunaciones y campañas preventivas. El autocuidado es vital para controlar estos riesgos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La salud pública en Santander se encuentra en una etapa crítica. Aunque aún no se ha confirmado ningún caso de fiebre amarilla en el municipio de Girón, la creciente amenaza nacional ha llevado a las autoridades a declarar alerta amarilla como medida preventiva. Esta decisión se toma en un contexto alarmante: más de 79 casos confirmados en Colombia y 36 muertes, lo que representa una letalidad del 46%, según el último reporte del Instituto Nacional de Salud.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda y potencialmente mortal, transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, el mismo vector que propaga el dengue, el zika y el chikungunya. Girón, por sus características geográficas y sociales, representa un entorno de alto riesgo. La presencia activa del vector, los bajos índices de vacunación y la alta movilidad entre zonas rurales y urbanas hacen del municipio un terreno fértil para la propagación del virus.
Frente a esta amenaza latente, la Secretaría de Salud de Girón ha hecho un llamado urgente a la población para que adopte medidas de prevención y autocuidado, y ha dispuesto una jornada intensiva de vacunación contra la fiebre amarilla. El sábado 26 de abril se habilitaron siete puntos estratégicos de inmunización: Ips Fundación Avanzar Fos Sede A, Alianza Diagnóstica Sede UAB Girón, PAS Malpaso, PAS Nuevo Girón, Estadio Lacides Otero, Girosalud IPS y la Clínica Girón ESE. La convocatoria está dirigida a personas entre los 9 meses y los 59 años que residan o tengan previsto visitar zonas catalogadas como de alto riesgo, así como a mayores de 60 años en condiciones específicas.
Las autoridades recuerdan a la ciudadanía que la fiebre amarilla se previene con una sola dosis de vacuna, la cual ofrece inmunidad de por vida. La comunidad debe acudir con su documento de identidad y carné de vacunación para verificar su esquema. Además, se insiste en la eliminación de criaderos de mosquitos —agua estancada en llantas, floreros, canales—, el uso de ropa que cubra brazos y piernas, la aplicación de repelente, y la notificación inmediata de cualquier síntoma sospechoso.

Floridablanca enfrenta el dengue
Mientras Girón refuerza su estrategia preventiva contra la fiebre amarilla, en Floridablanca la preocupación gira en torno a otra amenaza: el dengue. La Secretaría de Salud local, a través de la reciente Sala de Análisis de Riesgo (SAR), presentó un panorama detallado de la situación epidemiológica que enfrenta el municipio. Según el boletín correspondiente a la semana 18 del presente año, entre el 27 de abril y el 4 de mayo se reportaron 23 nuevos casos, de los cuales 17 fueron clasificados como dengue sin signos de alarma y 6 con signos de alarma, lo que eleva el total acumulado a 832 casos en 2025.
Aunque la cifra no constituye, por ahora, un pico epidémico, la transmisión sigue activa con un promedio sostenido de entre 40 y 50 casos semanales. El grupo etario más afectado está compuesto por niñas y niños entre los 5 y 14 años, una situación que ha generado alerta en las instituciones educativas y en los hogares. Los barrios con mayor incidencia son La Cumbre, Santa Ana, Villabel, Ciudad Valencia, Centro y Cañaveral.
“El 30% de los casos son de dengue con signos de alarma, y de esos, cinco han sido clasificados como dengue grave. Todos estos pacientes han sido atendidos oportunamente en centros de alta complejidad”, explicó Juan José Rey Serrano, epidemiólogo de la Secretaría de Salud de Floridablanca. Esta realidad ha movilizado al equipo de Enfermedades Transmitidas por Vectores (ETV), que diariamente ejecuta inspecciones domiciliarias, jornadas pedagógicas y campañas de sensibilización sobre la eliminación de criaderos.
Prevención compartida



En paralelo a esta contingencia, Floridablanca no baja la guardia frente a la fiebre amarilla. Aunque en el municipio no se han registrado casos, se mantiene una alerta epidemiológica extendida a toda el área metropolitana, en respuesta a la emergencia sanitaria nacional declarada tras la aparición del virus en diez departamentos del país. “La fiebre amarilla tiene dos ciclos: selvático y urbano. Actualmente, la mayoría de los casos reportados se han dado en zonas rurales, razón por la cual estamos focalizando intervenciones en instituciones educativas rurales, como el Colegio Ecológico y el Instituto Agropecuario Gustavo Duarte Alemán”, señaló Javier Alonso Herrera Cuadros, referente del programa ETV en Floridablanca.
La estrategia institucional incluye una intensificación de las jornadas de vacunación para toda la población mayor de 9 meses hasta adultos mayores de 60 años, además de acciones pedagógicas enfocadas en la eliminación de criaderos potenciales del mosquito vector. La Secretaría de Salud también insiste en la necesidad del autocuidado y la vigilancia activa por parte de la comunidad.
La alerta por fiebre amarilla y dengue pone a prueba la capacidad de respuesta de los municipios de Santander, y revela la importancia de una salud pública basada en la prevención y la educación. No se trata únicamente de reaccionar ante el brote de una enfermedad, sino de construir una cultura ciudadana de corresponsabilidad, donde las instituciones y la población trabajen de la mano.
Los síntomas iniciales del dengue y la fiebre amarilla pueden confundirse: fiebre alta, dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas y, en algunos casos, manifestaciones hemorrágicas. En la fiebre amarilla, además, pueden presentarse ictericia (coloración amarilla de la piel y ojos) y daño hepático. Por esta razón, es crucial no automedicarse y acudir de inmediato a un centro médico ante cualquier sospecha. El tiempo de atención puede marcar la diferencia entre una recuperación y una complicación grave o incluso la muerte.
Tanto Girón como Floridablanca han adoptado una posición proactiva. Sin embargo, la efectividad de estas acciones depende en gran medida de la conciencia ciudadana. Es imprescindible que los habitantes comprendan que el mosquito no discrimina, que las enfermedades vectoriales no respetan edades ni clases sociales, y que la única forma de frenar su avance es con una respuesta colectiva, informada y comprometida.