Colombianos en el exterior: los 4x4 de la raza humana en el mundo

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Colombianos en el exterior: los 4x4 de la raza humana en el mundo
“Ante la inminente inflación, la inseguridad y la falta de oportunidades en Colombia, muchos colombianos buscan un nuevo horizonte en Canadá. A pesar de las extremas temperaturas de hasta -40°C en invierno, se lanzan con determinación, dejando atrás su amada Colombia, para construir una vida feliz en tierras canadienses. Desde 2022, más de 27,000 colombianos han emigrado a Canadá en busca de un futuro mejor.”

Adolfo Herrera / EL FRENTE

En las frías tierras del norte, donde el invierno parece eterno y el cielo se pinta de un gris inquebrantable, una mujer santandereana camina con paso firme sobre la nieve. Su nombre es María Claudia Gómez, y aunque el viento canadiense corta la piel y cala los huesos, nada logra congelar el fuego de su espíritu.
De su tierra trajo el temple, la sonrisa terca y esa mezcla de dulzura y carácter que solo las mujeres de Santander saben llevar con dignidad.

Cuando llegó a Canadá, lo hizo con una maleta pequeña y un corazón grande. Detrás quedaba su país, con sus montañas y sus recuerdos, pero también con las sombras que empujan a tantos a partir: la violencia, la inflación y la falta de oportunidades que sofocan los sueños de miles de jóvenes colombianos.
Muchos, como ella, no se van por gusto, sino por necesidad; por la urgencia de buscar un aire distinto donde su esfuerzo tenga un eco justo.

María Claudia empezó desde cero, como casi todos los que llegan a tierras extranjeras. En un país donde el invierno enseña paciencia y el trabajo se mide en silencio, aprendió a ser fuerte de nuevas maneras. Aprendió que emigrar no es huir, sino reinventarse, incluso cuando la nostalgia aprieta y el idioma tropieza en la lengua.


Canadá la recibió con oportunidades, pero también con desafíos: jornadas largas, frío implacable, y una soledad que solo los valientes saben transformar en impulso. Aun así, cada día se levanta con la misma convicción que tenía en su tierra natal: la de no rendirse jamás.

Su historia no es única, pero sí poderosa. Representa a miles de colombianos en el exterior, verdaderos “4x4 de la raza humana”, capaces de adaptarse, resistir y avanzar por caminos donde otros se detendrían. En cada paso que da sobre la nieve, María Claudia deja una huella que habla de coraje, de esperanza y de un país que, aunque lejos, sigue latiendo en su corazón.

Hoy, mientras comienza la época más fría del año en Canadá, el termómetro anuncia temperaturas que podrían descender hasta los 40 grados bajo cero. Y aun así, entre el hielo y el silencio, se siente el calor invisible del coraje colombiano.
Porque solo con perrenque, con esa fuerza que viene del alma y con la fe de quien no se rinde, se puede enfrentar un invierno así.

A los jóvenes que hoy piensan en emigrar, esta historia les recuerda algo esencial: no hay camino fácil, pero sí caminos posibles.
Si deciden partir, háganlo con propósito, con humildad y con la certeza de que, donde sea que vayan, llevan en la sangre la resistencia y el espíritu indomable de un colombiano de raca mandaca, capaz de florecer incluso bajo la nieve.

El recolector de basura en la Ciudad de Gatineau Quebec. 

Hace diez años emigró a Canadá en busca de un nuevo comienzo. Hoy trabaja en la recolección de basura en Gatineau, bajo el inclemente frío canadiense y con la satisfacción de poder ofrecer a su esposa e hijos un mejor futuro, rodeados de seguridad, cultura y estabilidad económica. Con su esfuerzo diario, logra pagar la hipoteca, el coche y los gastos del hogar, demostrando que la dignidad y la perseverancia abren camino incluso lejos de casa.
Adolfo Herrera / EL FRENTE
Lucho Zapatoco: La historia de Luis González, un joven de 24 años, estudiante de Ingeniería de Sistemas, que emigró solo a Canadá hace dos años. Allí encontró el amor de su vida y hoy esperan un bebé. Como muchos colombianos en su situación, Luis comenzó desde cero, trabajando en la limpieza de nieve en los parqueaderos y calles principales, donde las máquinas pesadas no alcanzan. Su sueño es obtener “los papeles”, es decir, lograr la residencia legal en Canadá para consolidar su futuro en este país.
Adolfo Herrera / EL FRENTE
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