Carlos Bueno: la apuesta técnica y de barrio que busca pilotear la transformación de Bucaramanga

 A pocos días de las elecciones atípicas que este domingo 14 de diciembre definirán quién conducirá las riendas de Bucaramanga durante los próximos dos años, Carlos Bueno, candidato a la Alcaldía, abrió las puertas de su visión de ciudad en una entrevista exclusiva con EL FRENTE. Lo hizo sin prisas, como quien despliega sobre la mesa un mapa urbano lleno de senderos posibles y prioridades definidas.

 Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE

Imagínese usted una ciudad en la que el control de la movilidad se realice de una manera amigable y cercana a la ciudadanía, al punto de proponer que se acaben las inmovilizaciones de vehículos, que en muchas ocasiones son el sustento del día a día de miles de familias en Bucaramanga, por temas como la falta de documentación. Facilidades de pagos para los infractores, y sobre todo una visión preventiva de la accidentalidad y el caos vehicular.

Pues esa es parte de la apuesta de Carlos Bueno para la capital santandereana, ciudad que vio nacer al que según especialistas es el candidato con mayores probabilidades de enfrentar con éxito al voto promovido e impuesto desde el pulpito.

Así es, Bueno nació en la capital santandereana en el Barrio Bucaramanga, en un hogar humilde. Creció entre el pulso del comercio informal de su madre y la disciplina de su padre, aseador. Fue el menor de seis hermanos y el único que logró saltar la cerca de la pobreza gracias al acceso a la educación pública.

Desde allí inició un largo ascenso académico que lo convirtió en ingeniero civil, magíster y doctor en ingeniería, con una trayectoria de más de 15 años asesorando proyectos de movilidad en organismos internacionales como la ONU, el BID, el Banco Mundial y la cooperación alemana en más de diez países de América Latina.

Sin embargo, su título más recordado por los bumangueses es otro: el director de tránsito que trabajaba en la calle, el funcionario que se ganó cierto respeto social precisamente porque no delegaba el barro ni la congestión, sino que se plantaba en los puntos más conflictivos para exigir orden.

Su figura, aparentemente rígida y técnica, deja asomar un costado jovial cuando recuerda esa etapa. Ese carácter dual sigue siendo parte de su narrativa política: el ingeniero del tablero y el hombre de barrio que no rehúye la calle.

“No se puede gobernar desde la oficina”

La entrevista comenzó con una radiografía cruda del presente: la capital santandereana vive un colapso vehicular que agobia tanto como la sensación de abandono urbano. Con 280.000 automotores, 460.000 motocicletas y un tejido vial congestionado, la ciudad camina con un lastre que no cede.

Bueno plantea que este desorden no se resolverá sin una autoridad cercana y sin un mandatario que trabaje al ritmo de las urgencias reales. Retoma su experiencia en la Dirección de Tránsito como un laboratorio urbano del que surgió su propuesta de gobierno: un liderazgo de calle, enfocado en el control efectivo y la recuperación de la autoridad institucional.

Su estrategia para los dos años que tendría como alcalde se basa en cuatro pilares:

·         Proyectos ejecutables en el corto plazo, sin improvisación.

·         Alineación estricta con el Plan de Desarrollo actual.

·         Recursos garantizados y disponibles.

·         Trabajo sinérgico con la Gobernación de Santander y el Área Metropolitana, para una visión territorial unificada.

·         Salvar Metrolínea: el proyecto bandera

Propuestas sólidas para Metrolínea

Una de las preocupaciones centrales de la entrevista fue el fracaso del sistema de transporte masivo. Metrolínea atraviesa, quizá, su peor momento: déficit financiero, pérdida de usuarios, flota envejecida y rutas colapsadas.

Bueno asegura que ya tiene la estructura técnica y financiera para rescatar el sistema. Su propuesta se inspira en experiencias de éxito como Santiago de Chile, donde asesoró al Ministerio de Transporte. Es este contexto, propone:

• Flota 100% eléctrica con cero emisiones

• Buses con aire acondicionado, WiFi, cargadores y estándares internacionales

• Una reducción de hasta 15% en costos de ciclo de vida de los vehículos

• Reposición progresiva de las “chimeneas ambulantes” del transporte convencional

• Integración real con el área metropolitana

Según lo explicó Bueno, este plan fue trabajado durante cinco meses con los transportadores locales, quienes serían aliados centrales del renacimiento del sistema. “La ciudad no puede seguir moviéndose con vehículos contaminantes y sin calidad. No es un lujo, es un cambio indispensable”, aseguró.

Además, sostiene que la movilidad debe ir de la mano con la lucha contra la informalidad, ofreciendo un sistema tan eficiente que desestimule el transporte pirata.

Distrito metropolitano: una deuda que ya no espera

Sobre la propuesta de convertir el área metropolitana en un Distrito Metropolitano, Bueno coincide en que el debate está maduro y que Bucaramanga no puede seguir pensándose como una ciudad aislada. Para él, la movilidad, los servicios públicos y la planificación urbana exigen una gobernanza integrada.

Señala que ya participó en iniciativas similares desde la Dirección de Tránsito, con la creación del Comité Metropolitano de Movilidad, y promete avanzar en esa ruta mientras se concretan los cambios legislativos.

Rescate técnico y blindaje institucional para el amb

La situación del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga también ocupó un espacio crucial en la conversación. Bueno sostuvo que la entidad necesita una recuperación basada en gobierno corporativo, decisiones técnicas blindadas y una visión social que garantice el acceso en zonas hoy desprovistas del servicio. “No puede haber improvisación ni captura política en una institución que ha sido símbolo de la ciudad”, dijo.

En un contexto donde buena parte del presupuesto vigente está sin ejecutar, Bueno asegura que esa misma inercia se convertirá en oportunidad: “Deberían haberse ejecutado 250 mil millones en infraestructura y solo se han invertido 140 mil”.

Seguridad: a recuperar la ciudad

Bueno fue enfático en que la tecnología, por sí sola, no resolverá el problema de seguridad. Propone trabajar de la mano con la reserva activa del Ejército y la Policía para fortalecer la presencia en parques, colegios, zonas de rumba y sectores residenciales.v Su estrategia combina:

•         Vigilancia humana y tecnológica coordinada

•         Actividad deportiva permanente en parques con apoyo de ligas deportivas

•         Agenda cultural familiar continua

•         Iluminación pública renovada

•         Participación activa de los vigilantes de conjuntos residenciales en el entorno inmediato

“A los que usan los parques para dañar, los vamos a desplazar llenándolos de gente que los recupera”, explicó. Recordando épocas en que Bucaramanga era referente nacional por sus parques apadrinados por empresas y ciudadanos, Bueno aseguró que recuperará ese modelo con una visión moderna: parques vivos, vigilados, iluminados y programados con actividad constante.

“Haremos lo que se puede hacer y lo haremos bien”. Bueno insiste en que su fortaleza es haber ejecutado proyectos similares en otros países y saber cuánto cuestan, cómo se diseñan y cuánto tardan. No promete milagros, pero sí cumplimiento. Con voz tranquila, pero firme, puntualizó: “Conozco esta ciudad desde el polvo de sus calles y desde la ingeniería que la puede levantar. Y estoy listo para trabajar desde el primer día”.

Proyectos que iniciarán el

1 de enero bajo su gobierno

Para él, esto significa que hay espacio para actuar y una reserva presupuestal que puede ponerse en marcha con decisión. Entre los proyectos que arrancarían de inmediato, destaca:

1. Campus NIDO: innovación y empleabilidad para jóvenes ninis: Un espacio destinado a formar a jóvenes del norte de Bucaramanga en bilingüismo, programación e inteligencia artificial, con promesas de empleabilidad nacional e internacional en un año. Mientras se construye el campus (estimado en ocho meses), los cursos comenzarían en jornadas alternas.

2. Recuperación de la Vía El Cemento: Proyecto detenido por más de una década, que sería destrabado con recursos de la Gobernación y la Alcaldía, desvinculándolo del peaje de Río Negro.

3. Hospital del Norte: Transformarlo en un centro de salud con especialistas 24/7 y tecnología moderna.

4. Escritura cero y servicios básicos: Regularización y formalización de predios populares para permitir inversiones en gas, alcantarillado y mitigación de riesgos.

5. Movilidad cotidiana: cero inmovilizaciones por papeles: Propone microcréditos para que los ciudadanos puedan ponerse al día con documentos y evitar que la falta de recursos se convierta en una condena a la inmovilización constante.

6. Semaforización inteligente: Una meta que dejó planteada en el Plan de Desarrollo y para la cual asegura que ya existen recursos.

7. Empleabilidad y reubicación de vendedores informales: Con el apoyo de los gremios de la confección, marroquinería y calzado, y con la reubicación ordenada de más de 4.000 vendedores en la Plaza San Mateo y en kioscos estratégicos de la ciudad.