Buscan identificar restos de un adolescente asesinado en “La Finca de Estrellas” donde vivió Gustavo Cerati
Resumen
Restos óseos hallados en 'La Finca de Estrellas' en Villa Ortúzar confirman un homicidio de un adolescente entre 1991 y 1992. El vínculo con Gustavo Cerati ha generado gran interés en un caso sin resolver en más de tres décadas. La investigación sigue abierta.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Un equipo forense entregó al fiscal López Perrando los resultados de la necropsia realizada sobre restos óseos hallados en la vivienda conocida como “La Finca de Estrellas”, en el barrio Villa Ortúzar de Buenos Aires.
El resultado pericial confirma que los huesos corresponden a un varón de entre 15 y 19 años, víctima de lesiones por arma blanca. El hallazgo arroja luz sobre un homicidio sin resolver ocurrido hace más de tres décadas.
El estudio del reloj localizado junto a los restos permitió situar la muerte en 1992. El dispositivo marcaba esa fecha al detenerse, dato que el laboratorio forense consideró clave para acotar el lapso investigativo.
A pesar de que Gustavo Cerati no era propietario de la casa en ese año, el vínculo con el exlíder de Soda Stereo elevó la atención pública hacia el caso.
“La Finca de Estrellas” hospedó a varias figuras del rock argentino en la última etapa de los años ochenta y comienzos de los noventa. Charly García y Fito Páez también residieron en la propiedad.
Los investigadores apuntan ahora a reconstruir el contexto social y cultural del lugar en 1992, requisito indispensable para identificar testigos o vecinos que conserven recuerdos precisos de aquel periodo.
La Brigada de Homicidios y la división de Antropología Forense trabajan de forma conjunta para completar la ficha antropobiológica de la víctima.
El proceso incluye análisis de ADN, cotejos con bases de datos de personas desaparecidas y exámenes de carbono-14 sobre fragmentos de tejido óseo.
El objetivo es lograr una identificación certera que permita notificar a familiares y avanzar en la acción penal.
El fiscal López Perrando solicitó a la Policía de la Ciudad todas las actas de denuncia de desaparición de adolescentes entre 1991 y 1993.
Además, ordenó inspeccionar archivos periodísticos de la época y requisar testimonios de vecinos.
Habitantes del barrio recordaron que, en 1992, la cuadra donde se ubica la finca presentaba escasa presencia policial y escasos controles de tránsito. Esa información ya integra el expediente fiscal.
Con la confirmación del homicidio por arma blanca, la fiscalía afianza una línea de investigación que Estados anteriores consideraron cerrada por falta de pruebas.
El esclarecimiento de este caso es para la justicia la búsqueda de un joven cuya muerte quedó sepultada en el tiempo.