Santander concentra más del 21% de los casos de dengue en Colombia
Resumen
Colombia enfrenta un brote de dengue con 76,398 casos reportados. Santander destaca por su alto número de contagios, representando el 21,7% del total nacional. Las alarmas están encendidas para reforzar la prevención, especialmente a través de la vacunación contra fiebre amarilla.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El más reciente Boletín Epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS) reveló una preocupante situación en Colombia: el país atraviesa un pico de casos de dengue, con un total de 76.398 personas afectadas en lo que va del año. De estas, 27.913 presentan signos de alarma y 748 han sido clasificados como dengue grave.
Uno de los focos principales del brote es el departamento de Santander, que registra 6.077 contagios, es decir, el 21,7% del total nacional, con una tendencia al alza que supera el 30%, lo que ha encendido las alertas en las autoridades sanitarias locales y nacionales.
La enfermedad, transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti o Aedes albopictus, puede presentarse en fases con síntomas que van desde fiebre alta y dolor de cabeza hasta complicaciones graves como hemorragias, dificultad respiratoria y desorientación. De acuerdo con la EPS Famisanar, la mayoría de los pacientes inicia con fiebre súbita, dolor muscular, cansancio extremo y, en algunos casos, erupciones cutáneas similares al sarampión.
A la fecha, 42 personas han fallecido a causa del dengue en Colombia, situación que ha llevado a reforzar las medidas de prevención en los territorios más afectados.
Riesgo por fiebre amarilla en Santander
Aunque Santander no ha reportado casos confirmados de fiebre amarilla, el Ministerio de Salud lo ha catalogado como un departamento de alto riesgo de contagio, debido a sus condiciones climáticas, su cercanía con zonas selváticas y su historial epidemiológico.
Municipios como Barrancabermeja, Bucaramanga, Floridablanca, Girón, Rionegro, Socorro, Vélez y Cimitarra, entre otros, han sido incluidos en el listado de áreas priorizadas para continuar con la vacunación contra esta enfermedad viral.
“La fiebre amarilla es prevenible mediante una vacuna de una sola dosis que confiere inmunidad de por vida, por eso estamos haciendo un llamado a toda la población a asistir a los hospitales públicos para aplicarse el biológico”, señalaron voceros de la Gobernación.
Diferencias clave entre el dengue y la fiebre amarilla
Ambas enfermedades son provocadas por virus del género Flavivirus y se transmiten por mosquitos del género Aedes, pero presentan características clínicas distintas. Mientras que el dengue puede evolucionar a formas graves con hemorragias y shock, la fiebre amarilla afecta principalmente el hígado y puede causar ictericia (coloración amarilla de piel y ojos) y daño renal en sus fases severas.
“El dengue se puede adquirir más de una vez, porque circulan al menos dos serotipos en Colombia: DENV-1 y DENV-2. Por eso, una infección previa no garantiza inmunidad total”, explicó Edna Flórez, especialista de Famisanar. “En cambio, la fiebre amarilla cuenta con una vacuna muy efectiva que se aplica una sola vez en la vida”.
¿Qué hacer si sospecha que tiene dengue?
Si usted ha estado en zonas tropicales o de alta incidencia en los últimos días y presenta síntomas como fiebre persistente, dolor de cabeza, náuseas, dolores articulares o vómitos, es fundamental:
- Consultar inmediatamente a un médico. El dengue puede agravarse rápidamente y muchas veces requiere hospitalización.
- Evitar el uso de aspirina o ibuprofeno, ya que estos medicamentos aumentan el riesgo de hemorragias.
- Tomar acetaminofén para el control de la fiebre y el dolor.
- Mantener una adecuada hidratación con suero oral o líquidos abundantes.
Aunque muchas personas recurren a la fumigación para eliminar los mosquitos transmisores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que esta solo debe usarse durante brotes importantes, cuando la transmisión está fuera de control. La fumigación es más efectiva al amanecer y al anochecer, momentos en los que el mosquito es más activo.
Sin embargo, no es una solución definitiva. La medida más efectiva sigue siendo la eliminación de criaderos, como recipientes con agua estancada, tanques sin tapa o llantas abandonadas.