Rueda de Negocios en San Gil: un impulso decisivo para la economía campesina de Santander
Resumen
La Rueda de Negocios en San Gil fortaleció la economía campesina de Santander con acuerdos por más de $985 millones para 28 productores. Esto asegura la comercialización de productos locales como huevos y frutas, promoviendo la ley que impulsa las compras públicas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La apuesta por fortalecer la economía campesina en Santander dio un paso significativo con la realización de la Rueda de Negocios de Compras Públicas Locales en San Gil, un evento que dejó resultados concretos y alentadores para el sector agropecuario del sur del departamento. La jornada, desarrollada bajo el modelo de Acción Unificada entre la Gobernación de Santander, la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) y la Alcaldía de San Gil, se consolidó como un escenario estratégico para conectar a pequeños productores con entidades públicas y privadas interesadas en la compra de alimentos locales.
Como resultado del encuentro, se firmaron 28 acuerdos protocolarios por un valor superior a $985 millones, una cifra que representa un impulso directo para 28 productores agropecuarios que lograron concretar negociaciones con 7 compradores institucionales. Gracias a ello, productos como huevos, frutas, verduras, yogur, queso, mojarra y procesados agrícolas tendrán asegurada su comercialización en los próximos meses, contribuyendo al fortalecimiento del campo y al bienestar económico de las familias rurales.
Según explicó Wilmer Jiménez Gómez, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de Santander, este espacio permitió materializar varios de los objetivos trazados en materia de dinamización rural. Para el funcionario, la rueda de negocios “permitió fortalecer los circuitos cortos de comercialización, favorecer la economía campesina, garantizar la seguridad alimentaria y promover la compra pública de alimentos, en el marco de la Ley 2046 de 2020”. Esta normativa establece que las entidades públicas y privadas que operan con recursos estatales deben destinar al menos el 30% de su presupuesto a adquirir alimentos producidos por pequeños productores locales pertenecientes a la Agricultura Campesina, Familiar y Comunitaria (ACFC).
De esta manera, la rueda de negocios se convirtió en un mecanismo efectivo para que la ley se traduzca en oportunidades reales, especialmente en territorios donde la economía campesina constituye la base del desarrollo local.
Una articulación institucional amplia y estratégica

El encuentro no solo facilitó la firma de acuerdos, sino que reunió a una amplia variedad de actores institucionales clave para el ecosistema agroalimentario regional. La actividad, realizada en las instalaciones de la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), contó con la participación de entidades nacionales, departamentales y municipales, entre ellas la Cámara de Comercio de San Gil, Unidad Solidaria, ICBF, INVIMA, DIAN, Banco Agrario, Fenalce, Finagro, USPEC, la Agencia Logística de las Fuerzas Militares y la Coalición para la Alimentación y Uso del Suelo (FOLU – Colombia).
La presencia de estas instituciones no solo fortaleció el alcance de la jornada, sino que abrió oportunidades relacionadas con financiamiento, formalización, acompañamiento técnico y articulación comercial. Para los productores, este tipo de diálogos facilita el acceso a rutas de apoyo estatal que habitualmente pueden resultar complejas o dispersas en el territorio.
Entre los participantes se destacó la presencia de productores provenientes de diversas zonas de la provincia guanentina, quienes llevaron una muestra representativa de la diversidad agrícola del departamento. Uno de los testimonios más significativos fue el de Floralba Porras, productora de Villanueva, quien participó en la rueda de negocios ofertando limonada y pulpa de aguacate. Porras expresó su satisfacción con el evento al afirmar: “Estamos muy agradecidos con la Gobernación por este valioso espacio que nos brinda para poder traer nuestros productos y hacerlos visibles ante las entidades que quieren hacer negocios con nosotros”.
Su experiencia refleja la realidad de muchos pequeños productores que encuentran en estos eventos una oportunidad para conectarse con compradores institucionales, reducir intermediarios y obtener ingresos más justos y estables.
Un proceso que viene consolidándose en Santander

La rueda de negocios realizada en San Gil no fue un esfuerzo aislado. Formó parte de una estrategia más amplia que la Gobernación de Santander ha impulsado durante 2024 y 2025 para posicionar las compras públicas locales como un motor de desarrollo rural. De hecho, el pasado 5 de agosto, también bajo el modelo de Acción Unificada, se llevó a cabo la Rueda de Negocios de Compras Público–Privadas en El Carmen de Chucurí, donde se firmaron acuerdos comerciales por $1.178 millones entre productores, asociaciones, agroindustrias locales y compradores institucionales.
Estos resultados evidencian una continuidad en la apuesta del departamento por promover escenarios de comercio directo y transparente, donde los pequeños y medianos productores puedan competir en condiciones equitativas y con el respaldo de las instituciones estatales.
Para Jiménez Gómez, la meta es clara: “Continuaremos impulsando ruedas de negocios en el departamento, con la intención de que más instituciones nacionales hagan presencia y seguiremos trabajando de la mano con los pequeños y medianos productores para fortalecer el campo santandereano”. Con estas palabras, el funcionario reiteró el compromiso de mantener activa esta estrategia como un pilar para el crecimiento económico rural.
Impacto regional y proyección
La exitosa jornada en San Gil reafirma la importancia de las compras públicas locales como herramienta para dinamizar la economía campesina, reducir brechas comerciales y fomentar el desarrollo sostenible del territorio. Las cifras, los testimonios y la articulación institucional reflejan un avance significativo en la consolidación de un modelo que beneficia tanto a quienes producen como a quienes necesitan abastecerse de alimentos frescos, de calidad y provenientes del territorio.
Con nuevas ruedas de negocios proyectadas en el departamento, Santander continúa construyendo un ecosistema agroalimentario más justo, competitivo y articulado, donde los campesinos —históricamente marginados de los grandes mercados— logran posicionarse como actores centrales del desarrollo regional.