Max Verstappen y su nuevo 'juguete' en Mónaco
Resumen
Max Verstappen, el campeón de F1, adquiere un yate de lujo Mangusta GranSport 33 por 12 millones de dólares, combinando su éxito profesional con un estilo de vida opulento, mientras mantiene la privacidad en Cap d’Ail y planea seguir entrenando para su carrera.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Max Verstappen, el dos veces campeón mundial de Fórmula 1, no solo lidera en las pistas, sino también en el mundo del lujo y el estilo de vida. Su más reciente adquisición, un yate Mangusta GranSport 33 de 12 millones de dólares, refleja una sofisticación acorde con su estatus como una de las figuras más influyentes del automovilismo contemporáneo. Bautizado como Unleash the Lion, el nombre del yate refuerza su identidad de marca, ya consolidada en otros bienes como su jet privado Dassault Falcon 900EX.
Entregado en la ciudad italiana de Viareggio, este yate de 33 metros cuenta con cinco habitaciones y comodidades de alto nivel, cuyo mantenimiento anual supera el millón de dólares. La embarcación no está atracada en el mediático puerto de Mónaco, sino en Cap d’Ail, una localidad vecina que ofrece mayor privacidad, lo que muestra la intención de Verstappen de disfrutar del lujo sin ceder a la sobreexposición pública. Su pareja, Kelly Piquet, lo acompañó durante la entrega, reforzando la imagen de una vida íntima cuidadosamente gestionada.
Este nuevo símbolo de estatus se suma al Falcon 900EX que compró al empresario Richard Branson por unos 15 millones de dólares. Aunque se había rumorado que el avión contaba con un simulador de carreras, el propio Verstappen desmintió esa información, aclarando que planea instalar uno en su nueva autocaravana. Esa faceta geek del piloto muestra que, más allá del glamour, continúa entrenando y manteniéndose enfocado en su desempeño profesional.
Verstappen, quien según Forbes podría ganar 78 millones de dólares en 2025, representa un nuevo modelo de deportista de élite que fusiona rendimiento, marca personal y vida de lujo. Con movimientos estratégicos como este, no solo refuerza su presencia en la élite del automovilismo, sino también en los círculos del jet set global. En la antesala del Gran Premio de Mónaco, su imagen navegando por la Riviera Francesa es tan poderosa como su velocidad en la pista.