Max Verstappen, en la encrucijada: entre Red Bull sin Horner y los cantos de sirena de Mercedes
Resumen
El despido de Christian Horner de Red Bull Racing genera incertidumbre sobre el futuro de Max Verstappen. Aunque el piloto tiene contrato hasta 2028, su continuidad no está asegurada, con rumores de conversaciones con Mercedes mientras explora sus opciones en la F1.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El despido de Christian Horner, una figura central en la estructura de Red Bull Racing durante dos décadas, ha sido un terremoto silencioso en la Fórmula 1. El golpe de timón por parte de los accionistas de la marca austríaca aún resuena en los paddocks y, sobre todo, en el futuro inmediato de Max Verstappen, actual piloto estrella de la escudería y triple campeón del mundo. Aunque el neerlandés tiene contrato vigente hasta 2028, los indicios revelan que su permanencia no está garantizada. Su futuro, que parecía sólido, hoy pende de una decisión que podría reconfigurar el equilibrio de poder en la categoría reina del automovilismo.
Desde Países Bajos, el periodista Erik van Haren —uno de los más cercanos al entorno de Verstappen— reafirma que el piloto lleva tiempo cuestionándose su continuidad en Red Bull. Según sus fuentes, Max ha mantenido conversaciones “en segundo plano” con Toto Wolff, director del equipo Mercedes, aunque ello no significa que su marcha sea inminente ni que haya un acuerdo cerrado para 2026. Más bien, como lo indica el cronista de De Telegraaf, las próximas semanas serán clave para despejar las incógnitas.
El parón veraniego de la F1, que inicia tras el Gran Premio de Hungría (1 al 3 de agosto) y se extiende hasta el 28 del mismo mes, se presenta como el marco ideal para que Verstappen tome una decisión definitiva. Así, después de los grandes premios en Bélgica y Hungría, podría conocerse si el actual piloto de Red Bull sigue con la escudería que lo vio debutar en 2015 o si buscará nuevos horizontes a partir de 2026.
El despido de Horner, contrario a lo que muchos especularon, no parece haber sido parte de una negociación secreta con el Clan Verstappen. El mismo diario neerlandés desestimó como “tonterías” las versiones de un supuesto pacto de permanencia condicionado a la salida del jefe de equipo. Por el contrario, señala que Red Bull, especialmente su director deportivo Oliver Mintzlaff, tomó esa decisión por presión de los accionistas, y que ahora la escudería vive con la preocupación de perder a su piloto estrella, aún tras haber accedido a remover a una figura tan emblemática como Horner.
Incluso, desde el entorno del piloto, su manager Raymond Vermeulen fue enfático al declarar que la decisión de remover a Horner fue ajena al equipo personal de Max. “Tenemos contrato con Red Bull y estamos comprometidos. Nuestro principal objetivo ahora es recuperar el rendimiento, pero somos conscientes de que el campeonato ya no está a nuestro alcance”, aclaró en un comunicado citado por Formule1.nl. Una respuesta que, más que calmar, reavivó el debate sobre el rumbo que tomará el equipo y el propio Verstappen.
La incertidumbre ha dado pie a rumores que han circulado con fuerza en redes sociales, como el supuesto encuentro entre Verstappen y Toto Wolff que habría sellado su traspaso a Mercedes. Van Haren desmintió categóricamente estas versiones, asegurando que incluso se han utilizado imágenes falsas generadas por inteligencia artificial para alimentar especulaciones sin sustento. “Nada más lejos de la realidad”, dijo el periodista.
A pesar de las negaciones, hay un hecho innegable: Verstappen está incómodo con el presente de Red Bull. Las fracturas internas tras la salida de Horner, sumadas a un bajo rendimiento en pista —que lo tiene hoy en la tercera posición del campeonato, alejado de la lucha por el título—, lo empujan a explorar opciones. Y Mercedes, aunque también en fase de reconstrucción, representa la única estructura capaz de ofrecerle un proyecto a la altura de sus ambiciones.
Por su parte, Red Bull deberá maniobrar con inteligencia si desea retener a Verstappen. Una eventual marcha del neerlandés significaría no solo la pérdida de su mejor piloto, sino también un golpe duro a la imagen de una escudería que supo dominar la F1 con mano firme. La sombra de la descomposición interna se asoma si, además de Horner, el equipo pierde a su principal figura en pista.
El próximo mes y medio marcará el futuro inmediato de la Fórmula 1. Y aunque todavía no hay declaraciones definitivas, el paddock entero está expectante. Porque cuando Max Verstappen decide, el mundo del automovilismo escucha.