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Los deportes que podrían aumentar tu esperanza de vida según la ciencia

Los deportes que podrían aumentar tu esperanza de vida según la ciencia

Resumen

La práctica regular de deportes como el tenis, bádminton y fútbol no solo mejora la salud cardiovascular y mental, sino que también incrementa la esperanza de vida. El tenis, por ejemplo, está asociado con un aumento de casi una década de vida, destacando su impacto social y físico.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
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by Andrés Quijano

En un mundo cada vez más consciente del valor de la salud y la longevidad, el ejercicio físico ha dejado de ser solo un asunto estético o de alto rendimiento para convertirse en una auténtica inversión en calidad de vida. En muchos países, los sistemas de salud pública y las políticas de bienestar se han enfocado en promover la actividad física como una forma efectiva de enfrentar el envejecimiento de la población, y la evidencia científica respalda esa decisión con contundencia.

Estudios recientes han demostrado que practicar ejercicio de forma regular no solo reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejora el sistema inmunológico y disminuye la probabilidad de padecer ciertos tipos de cáncer, sino que también impacta directamente en el bienestar emocional. El deporte, además de fortalecer músculos y pulmones, actúa como antidepresivo natural, regula el estrés y mejora notablemente la calidad del sueño. Si a esto le sumamos el componente social que ofrecen muchos deportes, especialmente los que se juegan en pareja o grupo, encontramos una fórmula poderosa para una vida más larga y saludable.

Así lo confirmó un extenso estudio realizado en Copenhague, publicado en la prestigiosa revista Mayo Clinic Proceedings. Los investigadores daneses siguieron durante 25 años a 8.577 personas adultas para analizar cómo influía su actividad física en la esperanza de vida. Si bien aclararon que no se puede establecer una relación de causalidad absoluta, los resultados fueron contundentes: las personas que practicaban deporte vivían más años que quienes llevaban una vida sedentaria. Lo más llamativo fue descubrir qué deportes ofrecían los mayores beneficios.

Tenis: casi una década más de vida

Encabezando la lista aparece el tenis, que según el estudio podría sumar hasta 9,7 años adicionales a la esperanza de vida. Su efecto se atribuye a la combinación de esfuerzo cardiovascular, agilidad mental y contacto social. Jugar tenis implica correr, frenar, reaccionar con rapidez y tomar decisiones en segundos, lo que mantiene en forma tanto al cuerpo como al cerebro. A ello se suma el hecho de que se juega en pareja o en grupo, lo que fortalece las relaciones interpersonales, un aspecto crucial en el envejecimiento saludable. El tenis, además, puede adaptarse a distintos niveles y edades, y tiene un componente lúdico que ayuda a mantener la motivación constante.

Bádminton: agilidad, salud y sociabilidad

El segundo deporte con mayor impacto positivo es el bádminton, que se asocia con un incremento promedio de 6,2 años en la esperanza de vida. Aunque menos conocido, su práctica ofrece beneficios similares a los del tenis: movimientos rápidos, saltos, cambios de dirección y un trabajo cardiovascular intenso. Además, promueve la coordinación, la agilidad y la capacidad de reacción. También es una actividad social que puede jugarse en espacios cerrados o al aire libre, adaptándose a diferentes contextos y edades.

Fútbol: más que un juego, una medicina para el corazón

El fútbol, el deporte más popular del mundo, se sitúa en el tercer lugar del ranking, con un potencial de aumentar la esperanza de vida en 4,7 años. Su dinamismo, que exige carreras constantes, sprints, y toma rápida de decisiones, convierte cada partido en un entrenamiento completo. Pero más allá del esfuerzo físico, el fútbol construye comunidad, genera identidad y reduce el aislamiento, factores que hoy son reconocidos como protectores frente a enfermedades mentales y cardiovasculares. Incluso jugado de forma amateur o recreativa, el fútbol tiene un impacto significativo en la salud general.

Ciclismo: pedalear hacia una vida más larga

El ciclismo, con una ganancia estimada de 3,7 años en esperanza de vida, es otra opción destacada. Se trata de un ejercicio de bajo impacto que fortalece el sistema cardiovascular y mejora la resistencia sin castigar las articulaciones, lo que lo hace especialmente accesible para adultos mayores. Además, se presta tanto para la práctica individual como grupal, y permite combinar actividad física con momentos de conexión social. Es común ver comunidades ciclistas que no solo pedalean juntas, sino que comparten un estilo de vida saludable y activo.

Natación: longevidad desde el agua

La natación, uno de los deportes más completos, cierra esta lista con un aporte de hasta 3,4 años adicionales a la esperanza de vida. Su gran ventaja es que trabaja todo el cuerpo sin impacto sobre las articulaciones, lo que la convierte en una opción ideal para personas de cualquier edad. A nivel físico, mejora la fuerza, la flexibilidad y la función cardiovascular; a nivel emocional, proporciona una experiencia relajante, gracias al control de la respiración y la sensación de ligereza en el agua. Es una forma serena y eficiente de mantenerse activo y preservar la salud a lo largo de los años.

Más allá de los números: una invitación a moverse

Aunque los resultados del estudio son llamativos, los expertos coinciden en que no se trata solo de añadir años a la vida, sino de sumar vida a los años. El ejercicio, más allá de prolongar la existencia, mejora su calidad. El mensaje central es claro: cualquier actividad física es mejor que ninguna, y lo más importante es encontrar una forma de moverse que resulte placentera, sostenible y acorde al estilo de vida.

En un tiempo donde el envejecimiento poblacional es uno de los mayores desafíos de la salud pública, el deporte se presenta como una herramienta accesible, económica y profundamente transformadora. No es necesario ser atleta profesional ni marcar goles en un estadio; basta con hacer del movimiento un hábito, del cuerpo un aliado, y de la salud una prioridad diaria. Vivir más es posible, y todo podría comenzar con un simple paso, un saque, un nado o un pedalazo.

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por Andrés Quijano

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