La fortuna de Liam Payne quedará en manos de su hijo Bear

A casi siete meses de su trágica muerte en Buenos Aires, nuevos documentos judiciales revelan que el cantante británico Liam Payne, exintegrante de One Direction, no dejó un testamento. En ausencia de una voluntad formal, su fortuna estimada en 24,3 millones de libras esterlinas será administrada según las leyes de sucesión intestada de Inglaterra y Gales, lo que deja a su hijo Bear como principal beneficiario.

El tribunal designó como administradores legales del patrimonio a Cheryl Tweedy, ex pareja de Payne y madre del niño, y al abogado Richard Mark Bray, quien ha trabajado anteriormente con artistas como Ed Sheeran. Ambos tendrán autoridad limitada para gestionar los activos del fallecido artista, cuyo valor bruto superaba los 28,5 millones de libras, según informó el diario The Guardian.

Liam Payne falleció el 16 de octubre de 2024 a los 31 años, tras caer desde el tercer piso del hotel Casa Sur en Buenos Aires. La autopsia oficial concluyó que el artista murió por “múltiples traumas” y “hemorragias internas y externas”. Aunque inicialmente hubo imputaciones por negligencia, en febrero de 2025 un tribunal argentino exoneró a tres de las cinco personas investigadas por el caso.

En los días previos a su muerte, testigos reportaron un comportamiento errático: Payne fue visto deambulando por el vestíbulo del hotel, rompió su computadora portátil y tuvo interacciones confusas con fanáticos. Según fuentes cercanas, el cantante habría recaído en el consumo de alcohol y drogas esa misma noche, tras casi un año de sobriedad luego de su paso por rehabilitación en 2023.

Cheryl Tweedy, reconocida por su paso en la agrupación Girls Aloud, mantuvo una relación con Payne entre 2016 y 2018. Fruto de esa unión nació Bear, hoy de ocho años, quien será el heredero natural del legado económico de su padre. Conforme a la legislación británica, los hijos tienen prioridad sucesoria si no existe un cónyuge legal. De acuerdo con allegados al artista, Cheryl establecería un fideicomiso a nombre de Bear para proteger su futuro financiero.

“Liam siempre quiso hacer lo correcto por su hijo. Aunque no dejó un testamento, es un pequeño consuelo saber que Bear estará bien”, declaró un amigo cercano al Daily Mail.

El funeral del artista se llevó a cabo en noviembre de 2024 en Buckinghamshire, y reunió a todos los exmiembros de One Direction: Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson y Niall Horan. Fue un momento íntimo de despedida, en el que amigos y familiares recordaron al joven que, tras alcanzar la fama mundial en su adolescencia, buscó redescubrirse como solista y empresario en la adultez.

Payne lanzó su carrera solista en 2019 con el álbum LP1, que incluyó éxitos como Strip That Down, Polaroid y For You. Paralelamente, incursionó en inversiones inmobiliarias y otros negocios, consolidando una base financiera sólida tras la separación de One Direction en 2016.

En el ámbito sentimental, el cantante mantenía una relación con la influencer estadounidense Kate Cassidy, con quien vivía en una mansión en Wellington, Florida. Aunque Cassidy afirmó que Payne planeaba proponerle matrimonio —incluso le dejó una nota expresando su deseo de “estar juntos para siempre”—, al no estar casados ni registrados legalmente como pareja, ella no figura en la sucesión patrimonial.

Así, entre homenajes, silencios públicos y una herencia millonaria, la historia de Liam Payne cierra un capítulo marcado por el éxito precoz, la lucha personal y un trágico desenlace. Lo que queda ahora es su legado musical… y la vida de un niño que crecerá con el recuerdo de un padre que, aunque se fue demasiado pronto, no dejó de pensar en él.