Entre luces y sombras: Así cambió la seguridad en Santander del 2021 al 2025

Santander es un departamento muy conocido por distintos aspectos a nivel nacional como: su gastronomía, turismo, tradición empresarial y productividad, calzado, entre otros.

Este reportaje hace una comparación entre las cifras de seguridad de los municipios santandereanos en diferentes delitos en los años 2021 y 2025, los últimos años correspondientes a los periodos de Iván Duque y Gustavo Petro como presidentes de Colombia.

En cifras compartidas por la Policía del departamento en el presente año, se evidencia que el delito de Homicidio Intencional es el punto de mayor preocupación. En el acumulado anual, el número de homicidios registrados en el 2021 en el departamento fue de 134, mientras tanto, cifras del 2025 hasta noviembre 28, se registran 61 homicidios, cifras considerablemente positivas. No obstante, al observar las cifras de noviembre, se reporta que el homicidio intencionado es de 9 casos, lo que podría estar alertando sobre un posible repunte de la violencia al final del año.

La Violencia Intrafamiliar en el 2025 reporta 14 casos, lo cual es una cifra que puede generar cierta preocupación ciudadana. No se encontraron las cifras exactas del 2021, sin embargo, un estudio de la Universidad Industrial de Santander indica que, en los años 2020 y 2021 en los casos de violencia entre familiares, fue la mujer adulta el grupo de edad más afectado. Entre los años 2018 y 2021 referido a la violencia contra niños, niñas y adolescentes se tiene que el grupo de edad más afectado fueron las mujeres adolescentes y hombres en su infancia.

Adicionalmente, el número de casos de lesiones personales en el 2021 fue de 1342 en el departamento, por otro lado, el número que indican informes de la Policía de Santander es de 1373, número que se traduce en incremento de 2.31 %.

La lucha frontal

La respuesta de las autoridades se ha visto reflejada en un incremento notable en la operatividad, aunque con focos de atención críticos.

• Capturas: El total de capturas anuales durante el presente año hasta la fecha es de 4,258.
• Recuperación: La Recuperación de Vehículos bajó drásticamente, pasando de 46 a 4, una caída de más del 90% en la recuperación de automotores, mientras que la recuperación de motocicletas aumentó de 174 a 190.

El verdadero caballo de batalla de la operatividad se centra en el narcotráfico. Las cifras de incautación de estupefacientes son abrumadoras y revelan la magnitud del desafío:

• Cocaína Incautada (kg): Pasó de 88.655 kilogramos a la impresionante cifra de 117.319 kg. Este es el aumento más alarmante, un crecimiento del 259% en la cantidad de cocaína pura incautada.
• Base de Coca (kg): Aumentó de 94.057 kg a 162.986 kg (un 73% más).
• Basuco (kg): Subió de 6.944 kg a 10.344 kg (un 49% más).
• Marihuana (kg): Aunque no hay cifras exactas del 2021 que registren la cantidad incautada de marihuana, en el 2025 fue de 1,785 kg.

El incremento masivo en la incautación de cocaína y base de cocaína plantea dos lecturas posibles, ambas graves: por un lado, una mayor efectividad de las rutas de interdicción y, por otro lado, un posible aumento en el flujo y la capacidad de producción de las organizaciones criminales que buscan usar la ciudad como punto de tránsito o centro de distribución. La magnitud de estos volúmenes incautados sugiere que la lucha contra el narcotráfico está lejos de ser ganada y requiere una estrategia de seguridad nacional.

Seguridad bipolar

La ciudadanía puede respirar con cierta tranquilidad ante la reducción sostenida de los hurtos en sus diversas modalidades, un logro que se siente en la calle y que es el resultado directo de la intensificación de las estrategias operativas.

En comparación con el 2021, durante el presente año hubo una mejoría en números correspondientes a violencia homicida y, sobre todo, en la magnitud sin precedentes de las incautaciones de cocaína. El éxito en la interdicción de cargamentos gigantescos de droga es un mérito, pero a su vez revela la gravedad del problema estructural que enfrenta el departamento como eslabón de la cadena internacional del narcotráfico.

La agenda de seguridad para el próximo periodo debe consolidar los avances en la lucha contra el hurto, pero con un enfoque urgente en la prevención del homicidio, el control de la violencia intrafamiliar, y una estrategia de inteligencia y desarticulación financiera que no solo incaute la droga, sino que también desmantele las redes que la mueven y la procesan.

El reto de las autoridades es transformar la victoria táctica sobre el hurto en una victoria estratégica sobre la violencia letal y el poder corruptor del narcotráfico, para así lograr una disminución integral y sostenible de la criminalidad.