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El colmo

Resumen

El gobierno de Gustavo Petro enfrenta críticas por su falta de respeto a las instituciones, oratoria agresiva, y propuestas controvertidas. Con nombramientos dudosos y manejo económico errático, se cuestiona la tolerancia del país ante sus decisiones.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
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by Jaime Galvis Vergara
El colmo

En el gobierno de Gustavo Petro se han presentado tantas irregularidades, tantos abusos de poder, es el colmo que una sociedad tolere tantos desafueros.

Durante su campaña presidencial crearon bandas de forajidos que tuvieron en jaque al anterior gobierno a base de motines y asonadas; no se respetó el calendario electoral y la campaña estuvo plagada de financiaciones ilegales e irregularidades de todo género. El País aguantó y calló.

Desde antes de la posesión empezó la codicia en los medios gubernamentales y en la familia presidencial.  Hubo un despliegue de insolencia intolerable. El Gobernante se dedicó a pisotear las instituciones, nombró un gabinete ministerial desarticulado y mediocre, en el cual hubo personajes de pasado dudoso. Los altos cargos en la burocracia fueron ocupados por personajes adictos al Presidente, sin preparación ni talento para desempeñar sus cargos.   

El Presidente empezó a hacer gala de una oratoria agresiva e insultante, ofendiendo a diversos gremios y estamentos del País. En forma irresponsable se dedicó a denostar a los gobiernos cuya ideología no estuviera de acuerdo con la suya (muy numerosos, por cierto) y a halagar y favorecer las peores dictaduras.

Un aspecto muy preocupante del actual gobierno es actitud amistosa del Presidente con la delincuencia, propuestas suyas, tales como aquella de subvencionar con un millón de pesos a los atracadores o la complacencia con los forajidos de las mal llamadas guerrillas y sus actividades en el narcotráfico. Francamente, esto conduce a pensar que el Jefe de Estado padece de una enfermedad mental y según varias opiniones, el señor Petro es un drogadicto, algo que no sea negado y mucho menos demandado como una calumnia.

Hay un rasgo muy notorio en este Mandatario es su chabacanería y franca grosería en su trato habitual con sus críticos y opositores, Ha ofendido a varios personajes del Poder Judicial, entre otros al Presidente de la Corte Suprema de Justicia, insultó públicamente al Presidente del Senado. Esas actitudes de patán del barrio parecen confirmar su drogadicción.

La desmedida frecuencia de sus viajes al exterior, sus frecuentes ausencias en eventos nacionales e internacionales y sus desapariciones de “la agenda privada”, son otros síntomas de sus desvaríos. Esto sumado a una oratoria cantinflesca en escenarios internacionales que ponen en ridículo a Colombia.

Si a todo lo anterior se agregan los continuos escándalos por mal manejo de los recursos públicos, el absoluto caos en que se halla la administración pública, el continuo desfile de ministros ineptos y la bancarrota que amenaza al País por la improvidencia en el manejo de la economía, sometida a caprichos personales, tales como el sabotaje a las actividades extractivas y la hostilidad hacia el empresariado, cabe pensar, hasta cuando, va Colombia a soportar la administración de semejante personaje.

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por Jaime Galvis Vergara

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