Descubren en Sudáfrica un fósil de 444 millones de años con tejidos internos conservados
Resumen
Científicos descubrieron un fósil de 444 millones de años en Sudáfrica con tejidos internos preservados, destacando su rareza y aportando conocimientos sobre artrópodos marinos del período Ordovícico. Su conservación excepcional revela detalles anatómicos sin precedentes.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Un grupo de científicos anunció el descubrimiento de un fósil de aproximadamente 444 millones de años de antigüedad, hallado hace 25 años en el yacimiento de Soom Shale, cerca de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, que destaca por la excepcional conservación de sus tejidos internos. El fósil, denominado Keurbos susanae, corresponde al período Ordovícico, una época marcada por una extinción masiva debido a un enfriamiento global. A diferencia de otros fósiles que suelen preservar estructuras duras como caparazones, este ejemplar de artrópodo primitivo aún conserva músculos, tendones e intestinos.
La investigación, publicada en la revista Paleontology, explica que las condiciones ambientales de la cuenca donde se fosilizó Keurbos susanae, caracterizadas por la falta de oxígeno y la presencia de sulfuro de hidrógeno en los sedimentos, impidieron la descomposición de los tejidos blandos. La profesora Sarah Fabbott, de la Universidad de Leicester, describió al fósil como una "maravilla por dentro y por fuera, sin piernas y sin cabeza", y resaltó la complejidad de su estudio debido a su alto nivel de conservación, que requiere una interpretación detallada de su anatomía.
A pesar de años de búsqueda de otros fósiles similares para su comparación, Keurbos susanae parece ser un ejemplar extremadamente raro. Los tejidos internos se conservaron como una cápsula mineralizada, ofreciendo una visión única de la estructura anatómica de este antiguo artrópodo marino. Aunque los investigadores están seguros de su clasificación como un artrópodo marino primitivo, su ubicación precisa en el árbol evolutivo sigue siendo incierta, ya que la preservación de tejidos blandos dificulta la comparación con otros fósiles que solo conservan partes externas.