Cáncer de vejiga: un enemigo silencioso que afecta a más de 2.000 colombianos cada año
El cáncer urotelial, más conocido como cáncer de vejiga, es una de las enfermedades oncológicas menos visibilizadas en Colombia, pero con un impacto creciente en la salud pública. Cada año se diagnostican más de 2.100 nuevos casos y alrededor de 900 personas mueren a causa de esta patología, que ocupa el puesto 15 entre los tipos de cáncer más frecuentes en el país.
Aunque la vejiga es el órgano más afectado, el tumor puede desarrollarse en cualquier parte del tracto urinario. Según los especialistas, el primer signo de alarma suele ser la presencia de sangre en la orina, ya sea visible o detectada en exámenes de laboratorio. Otros síntomas, como dolor al orinar, urgencia miccional o molestias pélvicas, suelen confundirse con infecciones urinarias, lo que retrasa el diagnóstico y disminuye las probabilidades de un tratamiento oportuno.
“El cáncer de vejiga es una enfermedad silenciosa, con gran impacto en la calidad de vida del paciente y en los sistemas de salud. Detectarlo a tiempo y garantizar el acceso a terapias innovadoras son pasos fundamentales para reducir su carga en Colombia”, explicó el doctor Juan Molina, gerente médico de Adium Colombia.
Los datos muestran que cerca del 90 % de los casos se presentan en personas mayores de 55 años, siendo los hombres cuatro veces más propensos que las mujeres. El tabaquismo es el principal factor de riesgo: entre el 50 % y el 65 % de los pacientes diagnosticados son fumadores o exfumadores. También influyen la exposición a químicos industriales, como los utilizados en tintes, caucho y pintura, así como antecedentes familiares o infecciones urinarias crónicas.
En fases tempranas, los tumores superficiales pueden tratarse mediante cirugía transuretral e inmunoterapia intravesical con BCG, con buenos resultados. Sin embargo, cuando la enfermedad progresa y compromete el músculo o se disemina a otros órganos, las opciones terapéuticas se vuelven más complejas. Entre ellas están la cistectomía radical, esquemas de quimioterapia basados en platinos y, en casos seleccionados, tratamientos de inmunoterapia y terapias dirigidas.
En 2021, durante el congreso ASCO GU, el investigador británico Thomas Powles presentó resultados esperanzadores de un anticuerpo conjugado que prolongó significativamente la supervivencia de pacientes con cáncer de vejiga avanzado previamente tratados, abriendo un camino a nuevas opciones más allá de la quimioterapia tradicional.
No obstante, en Colombia el acceso a estas terapias innovadoras continúa siendo un desafío. Los costos elevados, las demoras en los trámites regulatorios y las limitaciones de cobertura en el sistema de salud hacen que muchos pacientes no puedan recibirlas a tiempo.
Los especialistas coinciden en que la clave está en la prevención y la detección temprana. Dejar de fumar, reconocer signos de alarma como la hematuria (sangre en la orina) y consultar de inmediato al urólogo pueden marcar la diferencia en el pronóstico.
“El mensaje para la población es claro: no se debe subestimar ningún síntoma urinario persistente. Consultar de manera temprana puede salvar vidas y reducir el impacto físico, emocional y económico que genera este tipo de cáncer en los pacientes y en el sistema de salud”, concluyó el doctor Molina.