Una captura de la esencia del destino, la lucha y la redención

Claudio Valdivieso rescata fragmentos que acomodan el desorden del alma

Hace nueve años el escritor santandereano Claudio Valdivieso Acevedo cayó accidentalmente al abismo de las letras.  Tomó los recuerdos de su tío, amigo, fraile dominico, su obra, la llevó al libro en un cómodo formato titulado Fray Pablo Enrique Acebedo Serrano O.P. En Sus Bodas De Oro Sacerdotales, publicado por Editorial El Libro Total.

El  autor, inconforme, recordó las frustradas cartas de amor de sus juventudes rechazadas por las muchachas que no comían cuento al tinte romántico de sus poemas y se llevó la descomunal enseñanza de no volver a repetirlo.

Descartó la poesía, la pluma se secó, se asoció con la vida y lo imposible para generarle empleo a su imaginación, y después de publicar el libro de fray Pablo aceptó la invitación de don Rafael Serrano Prada para convertirse en columnista del  Diario El Frente, reconociendo la osadía del director del periódico.

Cinco años de escuela en las letras, dice el escritor, que agradece a sus lectores por tanta paciencia y por el honor de convertirse en su discípulo. Claudio Valdivieso considera las minucias de la vida que adquieren valor si sugerimos la verdadera importancia de sus beneficios, e inició la carrera de reciclar y restaurar los errores con lupa de su narrativa para revelar la riqueza oculta en medio del derroche de las   tantas   dificultades, frustraciones, traiciones y tristezas de cada jornada de vida.

Recibió una llamada, era Daniel Navas Corona, su amigo y director de la Biblioteca Virtual EL Libro Total, para tirarle las orejas porque estaba malgastando su aventura a cambio de ponerle oficio al personaje de la novela. Daniel fijó sus oídos a la conversación del escritor y Lácides, el poeta y protagonista de su historia, y al aroma del café, en La Casa Del Libro Total, le dijo: “Tu novela es una obra profunda y conmovedora que captura la esencia del destino, la lucha y la redención. Logras transmitir la fuerza del amor, la resiliencia y las complejas encrucijadas de la vida. Es un viaje a través del tiempo y la memoria, sino también un homenaje a la tierra, las   raíces y las decisiones que forjan nuestro camino.

¡Felicidades por esta magnífica historia!

Convencido de las minucias de la vida que rescata con lupa en sus escritos, más allá de husmear fama, piensa que durante los cinco años de columnista en el Diario El Frente y autor de veinte títulos en la Biblioteca Virtual El Libro Total, propone al lector rescatar de sus textos los fragmentos que de alguna forma podrían acomodar el desorden del alma, la rutina y la terquedad de quedarnos sólo en el intento de crecer como seres humanos cada día.

Reconoce que sus escritos son aleados de fantasía, sarcasmo y dolor que se adhiere a los seres humanos atraídos por bien o por mal; se considera un consagrado soñador de lo absurdo como el amor perfecto, seguro, de que la vida y el amor es una disputa entre la felicidad y la desventura, inspirada de romanticismo cotidiano como el desorden de los amores que, por falta de atención, creemos y crecemos engañados de su importancia.

Antes de detenerse a escribir, rudimentariamente intentó componer canciones y reconoce que jamás le rimaron las letras con las notas ni las notas con el ritmo. ¡Por   este   lado   no   es!   Intuyó   que   aceptar   las invitaciones de los papás de sus amigos a cantar solo se trataba de despedir a los invitados para que abandonaran el recinto del festín ante la disonancia de la voz y la guitarra (soltó una carcajada), porque sin terminar su repertorio la sala ya estaba despejada. ¡Sus canciones terminaban exitosamente las parrandas!  

De algo está seguro, y es que intentó exportar de su aventura las emociones que por su culpa o sin pretenderlo lo llevó a conocer cientos de   errores. “Los   errores   son   también   testimonios   pedagógicos   que enseñan la opción de no caer en ellos”.

Sin embargo, su imaginación lo confundió tanto que después de abandonar la guitarra intentó mezclar sus escritos con la pintura, y, aunque tenía mucho sentido, le faltaba técnica y la policromía le jugó una mala pasada.

Quedaron diez “obras” por llamarlas así generosamente, convertidas en cuentos plasmados en letras de colores. Tres piezas de sus pinturas, las más importantes:

Pentagrama, representa la vida pintada con colores sensoriales de un ciego y un poeta; Caza de muñecas, el cuento de Carina, la niña que inocente preguntó a sus abuelos, ¿qué es un violador?; y Cirios, la llama que jamás apagará el recuerdo de los ausentes. Para su fortuna, el único cuadro que casi subasta se trataba del bastidor que usaba para limpiar los pinceles y las espátulas.

Regreso Al Arado. (Novela)

Meterse en un lío no es problema, pero, ensartarse en tres para salir de él sí. El escritor aprovechó sus torpezas y encontró que, con tantas en su vida, eran suficientes para concebir tres personajes semejantes de su novela envueltos en un cuento fantástico y real; escrito con sensibilidad, lágrimas   y   victorias   que   podrían   fácilmente confundirse con frustraciones.

Lácides el protagonista, vive un estilo caricaturesco entre la conexión espiritual y las suertes; la culpa, el éxito, y la bolsa de sus valores que apostó y perdió en el atajo que se recorre en el tiempo de cerrar el candado de su territorio sagrado, para ir tras el destino que lo elevó al cielo y cayó en barrena en el lodo de la desgracia. Superarse y recuperar su dignidad era la fuerza suficiente para regresar cansado tras sobrevivir varias muertes en vida, perdonarse, y sin fuerzas romper el mismo candado corroído de su regreso. Próximamente será publicada en la Editorial El Libro Total.

Letras del alma

La   experiencia   de   los   golpes   de   Claudio   Valdivieso, lo   seduce   a reflexionar con temas sensibles que vive y ve en la calle, sobre todo, en la dificultad de la coherencia, la falta de empatía, la cultura y las nobles acciones de las personas que usan sus fachadas para actuar mal a través del bien.

Dice el escritor, que cinco años en la escuela de las letras son apenas el prólogo de una vida para retratar cada instante y cada instante es también la oportunidad de reflexionar, mejorar y perdonarnos incluso anticipadamente de los “pecados” que involuntariamente nos induce a la injusticia. “La injusticia que tanto le duele es la que más lo inspira”.

Claudio Valdivieso reconoce y agradece a El Frente por ser el trampolín de sus palabras para reflexionar, aprender, contactarse y escribir con sensibilidad la fortaleza del ser humano y su impotencia. Ha escrito para el diario cuatro especiales titulados Pablus Gallinazo en sus 80, Fiesta en corraleja (Maestro: Rubén Darío Salcedo), Gotas de terapia y fe para sedar el alma; y 12 de mayo, día Internacional De La Enfermería.

La Biblioteca Virtual El Libro Total, contiene veinte títulos de cuentos cortos. Caza de muñecas; Correo Certificado: a mi hija María Alejandra, Pétalos de camaleón, La firma, y Tenientes de plomo entre otros.

Se define modestamente “casi escritor”, e insiste, que, la esencia de sus letras sucede de un costoso dolor del alma, e invita a “desenmascarar” a cientos de   escritores que se ocultan detrás de mil historias sin atreverse a divulgarlas.