¡Un verdadero sucesor del trono de Pedro!
Por: Hernando Mantilla Medina
El pasado lunes 21 de abril murió el Papa Francisco, un verdadero sucesor del trono de Pedro. Tres cosas me motivan a escribir esta columna en homenaje al Papa Francisco:
1. - Soy Católico Practicante y en ejercicio, voy a misa todos los domingos y creo en DIOS y le creí al Papa Francisco, considero que fue una persona llena de amor y de servicio por la gente, expresión básica del amor de Dios.
2. - Fue el primer Papa Latino y muy seguramente no volveré a ver otro Papa Latino, aunque me gustaría ver al Cardenal Luis José Rueda, Santandereano, como Papa, pero creo que esta vez va a ser de otra nacionalidad y
3. - El Papa Francisco siempre estuvo del lado de los presos, en varias ocasiones, incluso tan enfermo como estaba, el pasado jueves Santo fue a una cárcel de Roma a celebrar el lavatorio de los pies, ahí incluso pidió la reducción de las condenas para todos los presos del mundo.
Por esas tres razones básicas es que hoy le escribo a la memoria del Papa Francisco, un gran ser humano, un verdadero representante de Dios en la tierra, un hombre entregado totalmente a las causas cristianas que le dio un vuelco a la Iglesia cambiando algunas tradiciones y creando otras especiales, como el ingreso de la mujer a los cargos de la Iglesia, como la aprobación de la comunión para parejas separadas que se han vuelto a casar y le dio un énfasis de respeto al tema delicado de las personas homosexuales, todo eso hizo que fuera una persona realmente especial y que sus decisiones fueran respetadas.
Colombia tuvo el gusto de verlo pisar su tierra, el 6 de septiembre de 2017 llegó a Bogotá y fue a otros lados, nos dejó esos mensajes hermosos de Bendición que nunca olvidaremos como cuando les dijo a los jóvenes: “vuelen alto, no tengan vuelos rastreros” y “nunca se dejen robar la esperanza”, palabras benditas con sabiduría divina.
Las personas que están verdaderamente con Dios reciben de EL cosas especiales y particulares, bien enfermo como se veía que estaba Dios le permitió asistir el Domingo de Resurrección a dar el mensaje corto pero Bendito del Urbi Et Orbi donde nos bendijo a todos y horas después, ya en el lunes de Pascua, Dios se lo llevó a vivir la Pascua al lado de Jesús que acababa de ser crucificado y muerto en la cruz pero que también acababa de resucitar, esa es la manifestación de lo que era el Papa Francisco, definitivamente un ser Bendito. Seguramente será Santo, incluso ya se habla de un milagro que hizo en vida.
Hoy, escribiendo estas letras en su honor, le pido al Papa Francisco el milagro de mi salud física, económica, laboral, personal y familiar y que le conceda a toda mi Familia y al mundo entero toda su Bendición desde donde está en este momento, seguramente al lado de su Padre Amado y de la Santísima Madre María, a quien venero siempre como la Madre del Señor Jesucristo.
Queda la nostalgia de su partida, pero también el recuerdo de sus mensajes hermosos y Benditos, todo lo que el hacía y decía era Bendito. Papa Francisco, gracias, hasta siempre. Voy Con Toda. Amén.
