¡Si el juicio de nuestro señor Jesucristo fuera hoy...!
Sería lo mismo, habría simplemente un cambio de actores, pero todo sería igual, con falsos testigos, con una denuncia falsa, con “la lavada de manos de parte del Juez”, con una condena exagerada, a continuación, con el respeto debido por la persona de nuestro señor Jesucristo, por su santa imagen y en esta Semana Santa, traigo al presente la captura, el juicio y la condena de Jesús, veamos:
En esa época, no habían juzgados, el juez era el enviado del Cesar, en este caso fue Poncio Pilato, no habían fiscales, los fiscales eran “los sabios del sanedrín”, al no haber juzgados no hubo como tal un juicio cierto, pero si hubo testigos y todos falsos, fue el mismo pueblo, aquel al que Jesús tanto ayudó, al que le concedió levantar a los muertos, ver a los ciegos, oír a los sordos, caminar a los paralíticos, convertir al pecador, nada de eso sirvió, como no sirve todavía cuando le hacemos favores a las personas desagradecidas.
Entonces, trayendo al presente a todos estos actores, hago la correspondiente conversión:
Pilato: es el Juez de hoy, quien “se lava las manos” a diario, no revisa ni sopesa bien lo que le llega a su despacho, solo condena muchas veces sin pruebas, la lavada de manos está en el hecho en que como existen otros “estadios jurídicos” como la Apelación o la Casación, el simplemente condena y listo.
“Los sabios del Sanedrín” la Fiscalía de hoy, quien solamente acusa, muchas veces sin pruebas, solo captura y trata de condenar a la persona, aunque los testigos, las pruebas, los hechos, digan lo contrario.
El pueblo: los testigos falsos de hoy quienes muchas veces denuncian a alguien solo por hacerle el daño sin importar que sea una denuncia falsa y mantienen sus mentiras a través de esos testigos falsos.
El juicio: como en esos tiempos no habían juzgados, el juicio se hizo en “el palacio de justicia de Pilato”, quien trató de liberarse del problema pero el pueblo no se lo permitió, exigió que liberaran a un verdadero delincuente como Barrabas y que crucificaran a Jesús, actualmente vemos que a veces la Procuraduría en su decisión pide la liberación del acusado, pero, el pueblo, representado en la Fiscalía y sustentado por el juez, siguen pidiendo la condena del acusado y casi siempre, lo logran.
O sea, que, en resumen, viendo todo eso, el juicio de nuestro señor Jesucristo traído a nuestros días en esta época santa, es lo mismo, solo cambian los actores, a diario vemos condenas montadas sobre la base de una falsa denuncia que después no puede ser retirada, con soportes de testigos falsos y con la lavada de manos de los jueces que no hacen una labor cierta de buscar “la verdad verdadera".
¿A cuántos Jesús vemos a diario condenados?, no a muerte porque en Colombia no hay pena de muerte, pero si a condenas altas en las que el condenado de pronto nunca saldrá, o sea, una pena de muerte disimulada.
Que estos días santos nos sirvan para reflexionar, para perdonar, para llenarnos de más amor, siempre bendecidos por la presencia de Dios, el verdadero juez. Bendecida Semana Santa. Voy con toda. Amén.