Señor Empresario

La premisa principal, conocida, aceptada y universal, es que el hombre es descendiente del mono, del orangután, del chimpancé o de otro animal de este orden, menos que haya sido creación directa de Dios, en donde la historia religiosa dice que sopló un pedazo de barro y de allí sale Adán con cara de alegría que se fue opacando poco a poco cuando le dijeron que tenía que casarse con Eva, única mujer,  que según la figura de la Biblia, es  nacida sin parto de mujer, por ser de la costilla de Adán.

El artífice de esta teoría, (que el hombre desciende del mono), es nada menos que el inglés Charles Robert Darwin, naturalista, nacido un 12 de febrero 1809, hace 216 años, cuando por acá en Colombia ya rondaba José Celestino Mutis. Nuestro personaje, Darwin, ya desde 1837, empieza sus investigaciones, preguntando cual fue el primer árbol. Llega a los cincuenta años de edad, y un 24 de noviembre de 1859, publica su máxima obra “El origen de las Especies”, en donde habla de la evolución natural. Muere un 19 de abril de 1882, a la edad de 73 años, esto hace 143 años.

Su contenido ilustra una verdad, como la evolución biológica a través de la selección natural. Es descendencia con modificaciones. Las especies cambian a lo largo del tiempo y dan origen a nuevas especies compartiendo un ancestro común. Toda esta teoría se expone en medio de un sentir de grandes filosofías, con grandes arraigos religiosos.

Así, que la creación del hombre de forma directa por Dios, es totalmente rebatida, pero con grandes frentes de oposición sobre todo religiosos cristiano anglicano, dado que en la Inglaterra de esa época, religión y estado era casi una sola cosa, como igualmente sucedía en Colombia, en donde el estado y la iglesia iban de la mano con el concordato. Solo hasta los años de 1930 y 1940, tienen total aceptación; sin embargo, en este siglo XXI, año 2025, todavía hay fracciones religiosas que siguen con la historia contada como prehistoria de la creación, con fundamentos directos y no evolutivos.

Uno de los tantos postulados está, en que el hombre que no se adapte a los cambios, tiende a desaparecer o de verdad desaparece. Un ejemplo sería que hubiese contadores llevando sus finanzas escritas a mano, cuando se hace todo con el computador y con inteligencia artificial, en donde este profesional no tendrá ni siquiera la “molestia” de pensar.

Desde luego que es aplicable a todo el vivir de los reinos minerales, vegetales, animales y del ser humano, que ha sido la evolución superior al del animal, porque contempla su mayor desarrollo cerebral y allí descubre la dualidad del ser humano con cuerpo y alma, lo que da como resultado el mayor sentimiento conocido que es el amor y que la política corrupta la hace cambiar por monedas que son el sentimiento de la envidia. Total, a vivir en constante evolución, que son tareas de mucho estudio, especialización y conocimiento. *Contador Público. Asesor Empresarial.