Santos para estos tiempos

La Iglesia Católica recientemente canonizó a dos jóvenes santos, chicos del siglo XX y XXI, quienes a su temprana edad partieron al llamado del Señor: Pier Giorgio Frasseti y Carlo Acutis, ambos italianos.

Por: Diego Arango O.

En el caso del primero, Pier Giorgio desarrolló su misión de santidad a principios del siglo pasado, nació en 1901 y murió en 1925 a los 24 años, víctima de poliomielitis. Hijo de un hogar pudiente, su padre un burgués senador y diplomático italiano, su madre una artista pintora reconocida en su tiempo, él como joven inquieto estudió ingeniería mecánica, fue un gran atleta y alpinista, se caracterizó por su vocación de servicio a personas muy necesitadas realizando labores de fe y ayuda, siguiendo el ejemplo de NSJ en el Evangelio y de muchos santos.

Aún la oposición de su familia, quienes no comprendían ni aceptaban que su hijo se dedicara a repartir los bienes y dinero a los más pobres, Pier Giorgio continuaba llevando alimentos y servicios a la gente necesitada. Conoció el amor, pero decidió no alimentar ese sentimiento puesto que sentía que su vocación era el servicio y llevar la palabra de Dios. Repentinamente le entró esa terrible enfermedad que lo llevó a la muerte; su cuerpo, pasados 100 años de su fallecimiento, se encuentra incorrupto y fue beatificado en 1990 por el Papa Juan Pablo II.

Carlo Acutis, otro extraordinario joven que subió a los altares era de origen lombardo, aunque nació en Londres en 1991, ese mismo año, sus padres regresaron a Italia instalándose en Milán. Estudió en colegios católicos y sorprendentemente a sus seis años de edad empezó a mostrar vocación hacia la fe católica, hizo su primera comunión muy temprano y encontró en la sagrada eucaristía un llamado profundo al amor a Dios y a la fe cristiana, la misma que entendió que debería transmitirla, siendo así despertó a la tecnología y teniendo apenas once años, creo una página web para divulgar el evangelio, el amor a la santísima Virgen María y para motivar a mucha gente en la fe católica, en especial a los jóvenes acercarse a la iglesia, conocer a Cristo y recibirlo en sus corazones por medio de la eucaristía.

Teniendo apenas quince años y gozando de buena salud, repentinamente se le presentó la fatal enfermedad de leucemia que lo llevó a la muerte, la misma que entregó a Dios, tomando el suceso con fe y resignación, ofreciéndola por el Papa, la iglesia y pidiendo al Señor no ir al purgatorio sino directo al cielo. Fue beatificado por el Papa Francisco en 2020. Su cuerpo incorrupto reposa en la iglesia de Santa María Maggiore, santuario del despojamiento, sagradamente expuesto a la veneración de miles de personas que lo visitan en Assis.

Para ambos procesos de santificación, la Congregación para la causa de los santos, tomó innumerables testimonios de milagros debidamente confirmados, que tanto en vida como muerte realizaron estos dos jóvenes, hoy santos

Estas han sido las vidas de dos ejemplares jóvenes que el Papa León XIV el 7 de septiembre 2025, los elevó a los altares produciendo santos para estos tiempos que sirvan de ejemplo y motivación a mucha gente, pues hoy el mundo requiere de apóstoles modernos que hayan vivido en la actualidad. ¡Pedimos bendiciones a estos dos jóvenes santos por la humanidad y nuestro país!