Sansón y Barroso en la historia del arte femenino en Santander
Resumen
A pesar de exposiciones y conferencias, falta una producción sistematizada sobre la obra de las artistas en Bucaramanga. Graciela Sansón y Esperanza Barroso destacan por sus críticas al mundo masculino y sus visiones únicas sobre la ciudad en su arte.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
¿Y de las artistas mujeres qué? Es importante entender por qué el silencio en el arte femenino en la ciudad. Han existido exposiciones, conferencias, concursos…, entonces surge la pregunta ¿Por qué no hay una producción sistematizada sobre la obra de las grandes artistas de la ciudad? Hay textos dispersos, pero es necesario iniciar y crear una serie de investigaciones sobre las artistas locales que den reflexiones y documenten a quienes han trabajado en Bucaramanga en los últimos años.
En mi tránsito reciente por Bucaramanga, inicio por hablar de dos encuentros “accidentales”. Graciela Sanzón Guerrero y Esperanza Barroso, dos artistas cuya obra artística supera cualquier reflexión política. Con trazos delicados es posible hacer una comparación entre las artistas. Ambas habitan la ciudad de manera intermitente. Viajeras incansables, ambas presentan en sus trabajos pictóricos una crítica a un mundo masculino mediado por el conflicto; sus obras artísticas merecen un buen capítulo que construya la historia regional de las artes, ya que presentan cada una en un estilo muy propio una mirada reflexiva sobre la ciudad-región. Las dos artistas presentan avances novedosos en sus pinturas con series temáticas que abordan paisajes, arte conceptual y crítica de arte. Las artistas crean universos que se esfuerzan por resistir a enmudecer.
No hay que enmudecer, el arte solo habla desde otro lugar; desde la sensación maravillosa de estar vivos/as y sorprendernos por crear universos que den un refugio de estas realidades que en Colombia a veces nos rodean, realidades de intolerancia y falta de humanismo. El arte que proponen Sanzón y Barroso crea universos artísticos en los cuales es necesario vivir: creadoras desde el corazón. En 1976 Esperanza Barroso debutó fuera de Bucaramanga, en el XXVI Salón Nacional de Artistas, con el dibujo hiperrealista Yo, Carlos perteneciente a su serie Carácter, y anteriormente expuesto en una de las muestras colectivas. Un enfoque que puede corroborarse con el texto explicativo que Barroso escribió para el catálogo de la exposición presentada en Bucaramanga, denominada Cuatro Artistas - Exposición Colectiva[1].
En el caso de Graciela Sansón, llegó a Bucaramanga en 1980. Su maestro Mario Hernández trabajó con el Museo de Arte de Bucaramanga bajo la dirección de Lucila González. Inició el trabajo en la experimentación en talleres con niños/as incitando la creatividad desde el corazón. Con una producción de obra artística, tanto pictórica como escultórica, ha realizado instalaciones artísticas en diferentes momentos: en los 500 años del descubrimiento de América, para los 200 años de José Celestino Mutis. También trabajó con mujeres especialistas de yerbas y otras instalaciones realizadas en el museo: extendía papel formando calles y carreras, y los públicos trabajaban el
Liliana Cortés-Garzón PhD Arte. Email: lcortesgarzon@gmail.com
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