Suscríbete a nuestro boletín

¡Éxito! Revisa tu correo

Para completar la suscripción, haz clic en el enlace de confirmación en tu bandeja de entrada. Si no lo recibes en 3 minutos, revisa tu carpeta de correo no deseado.

Vale, gracias

Querido papá

Resumen

Una conmovedora carta donde un hijo agradece a su padre por su apoyo incondicional y expresa su gratitud a través de regalos y memorias. A pesar de la distancia, el amor y el respeto prevalecen, destacando la importancia de no dejar el amor en manos del tiempo.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Claudio Valdivieso profile image
by Claudio Valdivieso
Querido papá

Dile a mamá cuanto los extraño, que tuve que aprovechar a don Vicente para que les entregara estos presentes. Pa, los potreros de la sabana son muy buenos y fértiles; ya tengo una docena de novillas, una marrana, y pronto compraré la mula rusia que tanto te gusta. Es briosa, pero está enterita, don Calixto está muy necesitado y tendré esa oportunidad para comprarla.

Lamento no acompañarlos este día del padre, pero es imposible descuidar la hacienda porque el patrón es como la mula. ¡Brioso y patea duro!  Tan pronto pueda, estaré ahí.

Pa, es el primer día del padre que faltaré.  Gracias a todo lo que aprendí en los potreros de tus labores me ha servido para hacer dinerito y ahí voy, engordando “el marrano” para diciembre. Te recuerdo mi gratitud porque fuiste mi protector, mi tranquilidad y me dabas estabilidad para crecer y convertirme en el hombre que hoy encuentras. Cuídense mucho, recuerden que estoy ahorrando para repararles el ranchito, comprarles una cama, y regresar para devolverte el tiempo que me dedicaste siempre.

Don Vicente te entregará tu reloj, unas botas, una falda para mamá y el radio que tanto anhelaba el abuelo. Bendición pa, feliz día del padre, igual para mi abuelo.

Querido hijo:

Recibimos tu encomienda y ahora me dispongo a responderte. Muchas gracias por los presentes y seguramente te costaron una fortuna.  Aquí todo está bien hijo, los achaques son los mismos, no pasa nada diferente de amanecer y anochecer. Te extrañamos en el sancocho y estrenamos tus regalos.

Como novedad, te cuento que durante el sancocho encontré una carta que me escribiste cuando ibas a la escuela de la vereda; en medio de mamarrachos escribiste “que me querías y nunca me olvidarías”. Encontrarla fue mi mejor regalo del padre. La leo todos los días, cada vez que puedo recordarla, porque ahora mi memoria dejó su lealtad y he abandonado muchos recuerdos que compartimos desde que naciste. Solo te pido, hijo, que si te olvido me perdones y no me culpes; si esto sucede, recuerda mis palabras, tu enseñanza, y los principios que en medio de la humildad que vivimos fortalezcan tu “riqueza” del alma para no empobrecer a tus semejantes y atesorarte de sus necesidades, de modo que evita untarla de monedas. ¡Vuelve pronto!

Mi reloj, aunque está nuevo amenaza mi tiempo, el viejo reloj de papá ya se detuvo y él también pronto lo hará y dormirá.

 No dejes el amor en las manos del tiempo hijo, es verdad que el amor es un ejercicio que se debe practicar a cada instante y merece más tiempo que el mismo reloj. Recuerda las palabras de tu maestra y escritora Magdalena Ríos, quien te enseñó el beneficio del perdón a tiempo y al tiempo para evitar futuros remordimientos.

Gracias hijo, por honrarme todos los días del padre por el maravilloso ser humano que eres. Me enorgullecen tus acciones de justicia, gratitud y coherencia con Dios, con nosotros, ante la vida y tus semejantes. ¡Ese es mi mejor regalo!

   

Claudio Valdivieso profile image
por Claudio Valdivieso

Subscribe to New Posts

Lorem ultrices malesuada sapien amet pulvinar quis. Feugiat etiam ullamcorper pharetra vitae nibh enim vel.

¡Éxito! Revisa tu correo

To complete Subscribe, click the confirmation link in your inbox. If it doesn’t arrive within 3 minutes, check your spam folder.

Vale, gracias

Leer más