¿Qué tan grave es el cáncer del expresidente Biden? Acá le contamos
Resumen
Joe Biden fue diagnosticado con un cáncer de próstata avanzado con metástasis ósea. El puntaje Gleason de 9 indica alta agresividad. Aunque es grave, la sensibilidad hormonal del tumor permite tratamientos que podrían ralentizar su progreso.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue diagnosticado con una forma agresiva de cáncer de próstata con metástasis en los huesos, según confirmó su oficina en un comunicado oficial emitido el domingo. El diagnóstico se realizó el pasado viernes 16 de mayo, luego de que el exmandatario, de 82 años, acudiera al médico por un aumento progresivo en los síntomas urinarios.
El examen médico reveló un puntaje Gleason de 9, indicador de alta agresividad tumoral, y la presencia de metástasis ósea, lo que ubica el caso en el estadio clínico IV, el más avanzado según las guías internacionales de oncología. De acuerdo con la revista TIME, esta combinación lo posiciona en el grupo de riesgo máximo establecido por la Asociación Estadounidense de Urología (AUA) y el Instituto Nacional del Cáncer (NCI).
El puntaje Gleason, utilizado mundialmente para clasificar la agresividad del cáncer de próstata, va de 6 a 10. Un valor de 9 significa que las células tumorales están altamente desorganizadas y tienen gran propensión a propagarse rápidamente. Además, la metástasis en los huesos confirma la diseminación sistémica del cáncer, una señal de evolución avanzada.
A pesar de la gravedad, los especialistas explicaron que el cáncer de Biden es sensible a hormonas, lo que permite considerar tratamientos que bloquean los efectos de la testosterona para frenar el crecimiento del tumor. Esta condición abre la puerta a terapias combinadas que pueden incluir hormonoterapia, radioterapia, cirugía y quimioterapia.
En su comunicado, la oficina del exmandatario indicó que Biden y su familia están evaluando las opciones disponibles junto a su equipo médico, y agradecieron las muestras de apoyo recibidas. “Está concentrado en enfrentar este nuevo desafío con la determinación que lo ha caracterizado a lo largo de su vida”, señalaron fuentes cercanas.
El cáncer de próstata es una de las neoplasias más comunes en hombres mayores. Según la OMS, ocupó el cuarto lugar en incidencia global en 2022, con más de 1,46 millones de nuevos casos, y el octavo en mortalidad, con cerca de 400 mil muertes. En Estados Unidos, se proyectan más de 313.000 nuevos diagnósticos para 2025, con una tasa de supervivencia relativa a cinco años del 97,9%, aunque esta disminuye significativamente en los casos avanzados con metástasis.
Biden ya había enfrentado episodios de salud importantes en el pasado. En 2023 le fue extirpado un carcinoma basocelular, un tipo común de cáncer de piel. En la década de 1980 sobrevivió a un aneurisma cerebral, y su hijo Beau falleció en 2015 víctima de un cáncer cerebral, hechos que han mantenido el foco público sobre su condición médica.
El caso del expresidente Biden resalta la importancia de la detección temprana y el acceso a tratamientos especializados, en un contexto donde la incidencia de cáncer de próstata ha aumentado un 1,8% anual en la última década, mientras que la mortalidad ha disminuido gracias a los avances terapéuticos.
Por ahora, se espera que Biden permanezca alejado de los focos mientras recibe tratamiento y continúa su recuperación rodeado de su entorno más cercano.