¿Qué pasó en Vanguardia con Richard Aguilar?

Provengo de una familia conservadora, con raíces en el municipio de Palmas del Socorro, y mi madre, por la inmanejable rebeldía de su juventud, se convirtió en la única liberal de la casa. Esas fueron las dos fuerzas ideológicas entre las que crecí y comencé a construir mi vida, reconociendo que la visión de mi progenitora pesó mucho más que cualquier otra.

Por: Oscar Jahir Hernández Rugeles

 Mi dedo índice siempre se teñía de rojo durante los días de elecciones, y las pegatinas, afiches y stickers en las ventanas de mi casa, mi cama y mis cuadernos llevaban la imagen de Luis Carlos Galán y el logotipo del Partido Liberal.

Sin embargo, con el transcurrir de los años, me he acercado más a las posturas conservadoras que me rodearon desde la infancia, hasta el punto de desarrollar mi vida sentimental con alguien de esa misma corriente, escribir en un periódico del mismo corte y rodearme de buenos amigos con principios y creencias teñidas de un fuerte color azul.

 Aun así, mi biblioteca no deja de ser liberal, como tampoco lo dejan de ser mis críticas cuando pienso en la política de Santander y me indigno con la vergonzosa representación que tiene el partido con Álvaro Leonel Rueda Caballero en la Cámara de Representantes, gracias al senador Jaime Durán, quien, por obtener los votos de Floridablanca en la contienda pasada, terminó encumbrando a quien no tenía merecimiento alguno para llevar las banderas de un departamento que jamás volverá a votar por semejante error.

Y son esos mismos años —que nunca llegan en balde— los que me han permitido ver con más pragmatismo la política y entender, entre otras cosas, el acto público que protagonizó la directora de Vanguardia Melissa García junto a Richard Aguilar en el Club del Comercio de Bucaramanga.

 Más que el cambio de postura de la casa periodística —que en su momento fue la principal denunciante de los actos de gobierno de la familia Aguilar—, lo que debe analizarse es el mensaje que el expresidente César Gaviria le está enviando a esta región y al país entero: se necesita ganar las mayorías en el Congreso, y para ello acudirá al favor de sus amigos, aunque tenga que pasar por encima de los ideales. Gaviria sabe que la fuerza electoral que aún mantiene el coronel Aguilar puede orientarse hacia el partido, y en la coyuntura que se está viviendo con el petrismo, aquí lo único que vale son los votos.

 Richard Aguilar es una moneda al aire con la que el partido liberal apuesta a ganar mayorías en el Senado, y si a la familia Gaviria le llega a caer del lado que esperan, en cinco meses el departamento tendrá un nuevo jefe liberal que manejará a sus anchas las elecciones locales en el 2027 y ellos seguirán al mando de la dirección nacional del partido. Así que, si usted aún sigue indignado con Vanguardia, es mejor que comience a mirar con más detenimiento el panorama.