¿Por qué con una incapaz de resistir?
Resumen
En Bucaramanga, un caso de agresión revela la persistente violencia contra mujeres, incluso en roles de liderazgo, destacando una preocupante impunidad y un patrón profundo de dominación masculina.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Las relaciones de dominio y poder históricamente han tenido como víctimas preferidas a las mujeres, créanme este no es un tema del que quisiera escribir, pero lo visto recientemente en la alcaldía de Bucaramanga, cuando un supuesto veedor condenado en primera instancia por acceso carnal abusivo con incapaz de resistir agravado, agrede flagrantemente a la secretaria administrativa del municipio, la abogada Ana María Vargas; la administración de justicia da las garantías necesarias a las partes de un proceso penal, inclusive si es condenado en primera instancia como ocurre con el beligerante veedor en cuestión, pero nadie entiende como un agresor de este calibre, no está privado de la libertad.
Al parecer somos incapaces de reconocer el papel histórico de las mujeres en nuestra sociedad, han sido la excusa para demasiadas guerras, inclusive en nuestra propia tragedia llamada conflicto armado interno, donde se humilló, dominó y se destruyó a comunidades enteras, donde los primeros que se salvaron no fueron precisamente, las mujeres, mucho menos los niños.
El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional ha calificado estas prácticas como crímenes de guerra y de lesa humanidad, la comunidad internacional no solo espera castigar esta clase de crímenes, también busca prevenirlos, pero verbalizar el maltrato, es la cuota inicial para que asesinen a una mujer en este país, según la Fundación y Futuro solo en Santander se han identificado 14 feminicidios.
Fenómeno enraizado en nuestra ciudad
Como se evidencio esta semana en la alcaldía de Bucaramanga, el patrón de violencia masculina hacia una mujer, es un fenómeno enraizado en nuestra ciudad y que persiste, no importa si es ama de casa, si es profesional, si hace parte del pie de fuerza del Estado, o como en este caso, sea funcionaria publica, hay personas como Fernando Martínez, donde podemos evidenciar en varios videos, que necesita primero someter verbalmente a su víctima, dejando al descubierto su masculinidad evidentemente toxica y hegemónica, teniendo el sometimiento físico y psicológico como instrumento de dominio.
La autora italiana Andrea Marcolongo, en su espléndida obra La lengua de los dioses, utiliza una frase que define a nuestro mundo helenista y euro centrista, “todo lo hermoso e insuperable que se ha dicho o hecho en el mundo lo hicieron o dijeron por primera vez los antiguos griegos”, amo el mundo helenista, pero no puedo dejar de decir que la cosificación de la mujer, el maltrato y la violencia hacia ella, tiene un carácter muy, muy helénico, teniendo en cuenta que Aristóteles, uno de los pensadores políticos más influyentes de la historia afirmaba que, “las mujeres tenían capacidad para razonar, y que la relación entre el hombre y la mujer, era una relación similar a la del gobernante y el gobernado, el hombre representa la forma racional activa, y la mujer la materia más pasiva”, existen locos muy peligrosos con libros debajo del brazo rondando la alcaldía de Bucaramanga, que ejecutan este pensamiento al pie de la letra.
Violencia, dominación y maltrato
No es la primera vez que la abogada Ana María Vargas asume dar la pelea por causas políticas, que deben ser totalmente respetables, ella ha tenido que salir a defender públicamente la dignidad de sus hijos que son menores de edad, se ha parado de frente a las extralimitaciones de los liderazgos populistas del municipio, defendió varias causas ciudadanas cuando todos adoraban al desafortunado Rodolfo Hernández cuando era alcalde de la ciudad, ella lo cuestionaba con decisión, valentía y argumentos, hoy las autoridades deben cuidar la vida de la doctora Vargas y su familia, especialmente cuando un desafortunado ciudadano la quiere condenar a la hoguera de la violencia, dominación y maltrato.