“Perdonar es un gran negocio, el odio nos enferma y mata” **

María Carolina Hoyos, hermana del Senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, herido en un intento de asesinato el sábado anterior en Bogotá, concedió una entrevista al Director de Noticias Caracol TV, Juan Roberto Vargas, durante la cual habló del difícil momento y aquí extractamos los apartes más relevantes del reportaje.

“La tragedia revela el poder de la solidaridad. Cientos de personas en Bogotá, Colombia y en diversas partes del mundo ofrecen oraciones por Miguel. Esa manifestación colectiva sostiene la fe firme en el milagro. Quien recibe lo que siembra confirma que la solidaridad constituye la base de toda esperanza. Esa convicción alimenta la certeza de que Miguel superará este trance.

La gratitud crece ante cada gesto de apoyo. La familia nos inculcó el valor de la solidaridad desde la infancia. Cada mensaje, cada llamada y cada vela encendida refuerzan el ánimo.

En los días más oscuros, la fuerza colectiva surgió como estímulo. Esa presencia confirma que la respuesta ante la adversidad exige coherencia y entrega mutua. La experiencia demuestra que la unión forja la resistencia, ya lo viví con el secuestro y asesinato de mi madre.

La fe ofrece una salida cuando todo parece perdido. Mis abuelas demostraron convicción ante lo invisible. Esa enseñanza definió mi visión, Dios, la Virgen y los santos existen y acompañan.

En momentos de dolor la fe otorga un anclaje sólido. Esa creencia no elimina la duda, pero establece un punto de referencia en la tormenta. Esa certeza brota del ejemplo familiar y de la tradición.

El atentado contra mi madre causó sufrimiento profundo. Esa experiencia presenta similitudes con el trance de Miguel, pero el desenlace será distinto. Miguel enfrenta la lucha con ejemplos de fortaleza interior.

La Fundación Santa Fe brinda atención especializada. El doctor Fernando Hakim, encabeza el equipo médico con rigor y profesionalismo. Ese compromiso clínico, unido a la fe, refuerza la esperanza. Confío en que esos esfuerzos producirán un resultado favorable.

El perdón representa un camino eficaz. Mi familia mostró ese ejemplo tras la muerte de mi madre. Comprendí que el odio provoca enfermedades y alarga el daño interior.

El proceso de perdonar exige honestidad. Perdonar es un gran negocio. Con el dolor, la rabia y la frustración, nos enfermamos. Esa claridad liberó mi corazón. Quien ofrece perdón rompe cadenas internas. Esa decisión constituye un paso esencial hacia la sanación individual y colectiva.

Colombia enfrenta heridas profundas causadas por la violencia. La solidaridad demuestra que la división no resulta insalvable. El respeto mutuo facilita el encuentro entre opiniones distintas.

Ese ejercicio requiere humildad y voluntad sincera. Miguel mostró esa capacidad antes del ataque. Su mensaje convocaba al diálogo para hallar puntos de unión. Esa propuesta mantiene vigencia en el contexto actual y demanda compromiso ciudadano.

El ejemplo de mis abuelos inspira la reconciliación. Aprendí que el rencor no restaura lo perdido. Esa comprensión implica valentía y una enorme responsabilidad personal”.

** María Carolina Hoyos.