Suscríbete a nuestro boletín

¡Éxito! Revisa tu correo

Para completar la suscripción, haz clic en el enlace de confirmación en tu bandeja de entrada. Si no lo recibes en 3 minutos, revisa tu carpeta de correo no deseado.

Vale, gracias

Nuevas movilidades

Resumen

Las patinetas eléctricas emergen como una alternativa de movilidad en centros urbanos congestionados, destacando su sostenibilidad. Sin embargo, la falta de regulación y responsabilidad en su uso plantea importantes desafíos de seguridad y convivencia vial.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Leon Sandoval Ferreira profile image
by Leon Sandoval Ferreira
Nuevas movilidades

La necesidad de movilizarse en los centros urbanos, cada vez más poblados, con vías insuficientes, aunados a la creciente narrativa sobre la sostenibilidad y el uso de las energías limpias, ha llevado a que sea satisfecha con nuevas alternativas de movilidad. En este escenario emergen las patinetas eléctricas que hicieron del antiguo juguete infantil, modernos vehículos con motor eléctrico, avenidos en modelos icónicos de transporte unipersonal que, cada vez toman auge en los grandes centros urbanos como Nueva York, Londres, Paris, Roma y por supuesto, Bogotá no es la excepción. En últimas, sólo el tiempo determinará si se trata de una moda de centennials o de una solución eficiente para los problemas de movilidad urbana.

La cuestión de las patinetas no pasa solamente por las bondades de este medio de transporte, tiene mucho que ver con el nivel de responsabilidad de quien la conduce. La patineta no fue diseñada para transitar por las grandes avenidas con congestión vehicular, dado que son vehículos en los que la protección al patinador es mínima y una colisión con otro tipo de vehículo potencialmente provocaría graves consecuencias, dada la vulnerabilidad corporal del patinador. No obstante, pareciera ser que muchos patinadores apuestan temerariamente por la asunción voluntaria de este riesgo.

En Colombia no existen controles sobre el uso de las patinetas. A ciencia cierta, tampoco hay cifras exactas sobre cuántos de estos vehículos se han vendido en el País durante el último lustro, se tienen unos estimados del año 2022 pero no hay cifras concretas. Lo único cierto, es que año a año incrementa su comercialización y también los hurtos a patinadores. Lamentablemente, no existen cifras sobre su incidencia en accidentes de tráfico. En ese mismo orden de ideas, tampoco existe una regulación nacional específica para patinetas, lo más cercano es la Resolución 336 de 2019 de la Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá, que contempla algunas reglas para su uso, entre otras, una velocidad máxima permitida de 20Kms por hora, tener freno, luces para visibilidad, tener dispositivo geolocalizador, transportar únicamente una persona, no llevar carga y circular únicamente por zonas demarcadas.

Como suele suceder en los países tropicales, la anterior normatividad, pasa de agache y el uso de las patinetas es un despelote; en la capital colombiana se volvió transporte habitual, particularmente, entre jóvenes universitarios y oficinistas, quienes no transitan exclusivamente en las zonas demarcadas, entiéndase ciclorrutas, y prefieren invadir andenes. También les resulta atractivo zigzaguear entre el pesado tráfico automotor en avenidas y vías principales, movilizándose hasta dos personas en una patineta. Los más atrevidos las usan para carga. El patinador promedio suele superar la velocidad permitida, lo que ha contribuido a la ocurrencia de accidentes que, raras ocasiones son reportados.

Existe el proyecto de ley 219/2024 Cámara y 111/2024 Senado para regular el uso de la patineta.  Surtió los dos debates de rigor en la Cámara de Representantes, finalizados en junio pasado, e iniciará su recorrido por el Senado de la República para convertirse en ley. Dicho proyecto es populista, con más debilidades que fortalezas, entre las primeras, eximir a patinadores y conductores de bicicletas asistidas del deber de contratar el seguro obligatorio para accidentes de tránsito, SOAT. Quien maneja una patineta eléctrica, como acto mínimo de responsabilidad ciudadana, debería además de usar elementos de protección, contratar un seguro de responsabilidad civil extracontractual que amparase los potenciales daños que pueda ocasionar a otros.

La culpa no la tiene la patineta, la tiene el patinador que irresponsablemente se cree prevalido de un monoplaza para transitar por cuanto espacio libre encontrare, sin importarle el derecho de los otros transeúntes, llámense conductores, motociclistas, ciclistas y peatones. Que el uso masivo de las patinetas no se haga de forma descontrolada como ocurre con el de las motocicletas. En fin ¡Amanecerá y veremos!

Leon Sandoval Ferreira profile image
por Leon Sandoval Ferreira

Subscribe to New Posts

Lorem ultrices malesuada sapien amet pulvinar quis. Feugiat etiam ullamcorper pharetra vitae nibh enim vel.

¡Éxito! Revisa tu correo

To complete Subscribe, click the confirmation link in your inbox. If it doesn’t arrive within 3 minutes, check your spam folder.

Vale, gracias

Leer más