Mujeres y emprendimiento
Resumen
En Colombia, el 46% de las empresas son lideradas por mujeres, y el 97% de ellas son microempresas. Muchos de estos pequeños negocios, que representan emprendimientos no registrados formalmente, son cruciales para entender el papel de las mujeres en la economía.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Hace unos días vi un video en el que hablaban sobre varios temas. En primer lugar, decía que las mujeres debían entender que el dinero era la libertad y que el 95% de las microempresas en México eran lideradas por mujeres. Eso decía el video. Les voy a dar un dato de Colombia: el 46% de las empresas registradas en el país son lideradas por mujeres y el 97% de esas empresas son microempresas. Esta es una cifra que me parece más acertada. Es muy interesante conocer esto porque significa que 9 de cada 10 empresas lideradas por mujeres son microempresas.
Estas microempresas tienen menos de 10 trabajadores y un activo de hasta 501 SMMLV, poco más de 700 millones de pesos. ¿Qué es un activo? Como alguien que probablemente no va a dar la mejor definición, les recomiendo buscar un libro que lo explique, pero básicamente, cuando se hacen estados financieros se debe agregar la suma de todos los bienes, derechos y recursos que posee una empresa: efectivo, inventario, propiedad, equipos, inversiones, cuentas por cobrar, entre otros.
La realidad es que empresas de este tamaño apenas dan para mantener a las personas, pero hay algo que no tenemos en cuenta: las mujeres que hacen ventas por catálogo, que emprenden vendiendo postres, ropa, maquillaje, joyería o algún servicio como aseo. La mayoría de estos pequeños emprendimientos probablemente no están ni siquiera registrados en cámara de comercio, al ser de un solo trabajador, con ingresos de menos de un millón, realizados por ellas mismas o con la ayuda de alguien cercano.
¿Por qué es importante tener en cuenta estos datos? Todos conocemos a alguien que realiza estas tareas: sea ventas por catálogo, joyería o tejido, o que presta un servicio de aseo, que no se encuentra registrado en cámara de comercio y que generalmente es mujer. Estos, para mí, son un tipo diferente, y los voy a denominar microemprendimientos.
Las mujeres nos hemos dedicado a mover la economía desde la casa, con ventas muy bajas y que no alcanzan para mantenerse. Probablemente algunas tengan su trabajo formal y vean sus ventas como un hobby; otras las asumen como su único trabajo, pero son conscientes de que no les alcanza para sobrevivir, entonces dependen del trabajo de su esposo. Esto es muy clave para mi punto: quiero que quede claro que con esto no busco disminuir a ninguna mujer que haya decidido, consciente o inconscientemente, vivir de lo que hace su esposo. Lo que pretendo es explorar el trasfondo de por qué en su mayoría estos pequeños emprendimientos pertenecen a las mujeres.
El índice S&P 500 reúne a las 500 empresas más grandes que cotizan en bolsa. En 2018 había 24 mujeres liderando estas compañías; en 2024 había 39. ¿Qué significa esto? Para ponerlo en perspectiva: solo el 7,8% de los CEO en el S&P 500 son mujeres, es decir, menos de 1 de cada 10. Empresas como GAP, Oracle, o Citibank son lideradas por mujeres. En Colombia, compañías como Juan Valdez, Terpel, o suramericana también tienen liderazgo femenino.
¿Por qué en su mayoría los microemprendimientos pertenecen a las mujeres? ¿Qué barreras enfrentan para hacer crecer sus negocios más allá de la microempresa? ¿Por qué, si tantas mujeres están en la base del emprendimiento, tan pocas llegan a liderar las grandes compañías en Colombia y en el mundo? ¿Qué papel debería tener el Estado? Estas son apenas algunas de las preguntas que me quedan tras revisar estas cifras. El fenómeno es complejo. Intentaré desmenuzar cada uno de estos puntos en próximas columnas, porque detrás de estos números hay historias de mujeres.