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Los cuerpos “fit”

Resumen

El artículo critica el entorno alrededor de los cuerpos 'fit', señalando que gimnasios, moda y suplementos priorizan la apariencia sobre la salud real, donde influencers y dispositivos móviles desempeñan un gran papel.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
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by Leon Sandoval Ferreira
Los cuerpos “fit”

Por: León Sandoval Ferreira

Los cuerpos “fit” encuentran en los gimnasios a sus principales aliados. Éstos se volvieron dinamizadores de la economía. En torno de los cuerpos “fit” existe un hábitat que acompaña desde el equipamiento de los gimnasios, la indumentaria deportiva, que ha hecho de los gimnasios, pasarelas donde importa más el llamado “outfit” que el ejercicio, en adición, se debe considerar también la industria de los suplementos y nutrimentos. En este hábitat tampoco pueden faltar los gurúes del ejercicio y de la nutrición avenidos en influenciadores que, difunden mensajes sobre cómo incrementar la masa muscular y qué comer, todos muy “fitness”. También hasta las compañías de dispositivos móviles se benefician, es habitual ver a los cuerpos “fit” con un teléfono móvil siguiendo rutinas gimnásticas.

Los cuerpos “fit” se han vuelto tan populares que, para cultivarlos el antiguo gimnasio de barrio desapareció para dar paso a los centros de acondicionamiento físico de multinacionales que forman parte de la canasta familiar. Muchos jóvenes pubertos son inscritos en centros de acondicionamiento físico como si fueran niños espartanos. Músculos hipertrofiados con la ayuda de la hormona del crecimiento, esteroides y anabolizantes, vientres planos y hasta diseño de sonrisa tipo “Pepsodent” mandan la parada.  Las damas desean tener cuerpos torneados afines a la estética de “KarolYi”. Confunden belleza con “fitness”.

En la antigüedad los gimnasios eran al aire libre y tenían la función de preparar cuerpos mediante el ejercicio físico para afrontar largas caminatas con escudos de gran peso y grandes espadas para el combate. Los ejercitantes tenían vidas activas lejos de sedentarismo y el trabajo diario les garantizaba músculos desarrollados y cuerpos atléticos. En la actualidad reina el sedentarismo; Los cuerpos “fit” se ejercitan durante varias horas diarias sin entender funcionalmente para qué requieren tanto músculo inflado más allá de verse al espejo, vestir camisas apretadas y subir fotos a redes sociales, para luego permanecer hasta dieciocho horas sentados frente a un dispositivo electrónico.

Los cuerpos “fit” en su gran mayoría están pletóricos de músculos insuflados, pero ninguno se dedica a cargar bultos o a transportar personas sobre sus espaldas como los antiguos silleteros. Allí es donde los instructores de los gimnasios añaden un rol adicional, terminan por ser consejeros emocionales de los cuerpos “fit”, servicio que no es gratuito. Por lo anterior, además del pago de la membresía mensual al dueño del gimnasio, se debe pagar el coach de acondicionamiento deportivo y bienestar físico como se hacen llamar algunos, cuyos clientes terminan por ser hombres musculosos con piernas delgadas, y mujeres piernonas con torso raquítico, prototipo del individuo del Siglo XXI.

Ir a un gimnasio es asistir a una feria de las vanidades, desde los cuerpos modelos “fit” que exhiben una pinta para cada sesión de entrenamiento hasta los que creen que los gimnasios son centros de entrenamiento de la lengua. Los gimnasios están sobredimensionados, no deberían formar parte de la canasta familiar; se les abona el hecho de que intentan ser una respuesta al sedentarismo y permiten compensar la inactividad física producto de la era digital, pero hasta ahí.

El hiperdesarrollo muscular no garantiza resistencia física, ni testosterona. Hay muchos músculos agrandados y cuerpos “atléticos” con inadecuados indicadores biológicos, elevados niveles de triglicéridos, colesterol y cientos de marcadores más.  Los cuerpos “fit” muchas veces son simple apariencia, esbeltez sin sustancia y obra del cirujano. Tienen más fuerza un soldado, un cotero o un albañil famélico que los musculosos que, como si fuese ritual, sagradamente hipertrofian sus músculos todas las tardes en el “gym”. Los cuerpos “fit” están definidos por una pujante industria que mezcla deporte, moda, alimentación y medicina. Los cuerpos “fit” no son garantía de fortaleza, salud y vigor. Los cuerpos bellos no son necesariamente cuerpos “fit”.

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