Lo desconocido como protagonista
Resumen
'Vírgenes y toxicómanos' de Mario Mendoza se destaca por su innovadora estructura narrativa y su enfoque en outsiders que renacen tras tocar fondo. Uniendo thriller y novela policiaca, desafía convenciones literarias para presentar historias de lucha y esperanza.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: Jimmy Fortuna*
Editorial Planeta Colombiana presenta Vírgenes y toxicómanos, de Mario Mendoza, novela que, desde su lanzamiento en la pasada Feria Internacional del Libro de Bogotá, ha generado una revolución, no solamente en ventas, sino también en el mundo de las letras, al ofrecer una historia, en la que lo desconocido se asume como protagonista de este relato, donde, además, los «outsiders», como diría el propio autor, son quienes descubren una nueva forma de entrar en sintonía con el mundo y en donde las barreras narrativas se derrumban, al fusionar un «thriller», una novela policiaca y el surgimiento de una obra que ofrece un panorama poco explorado en el mundo de las letras: el generar una escisión, una ruptura, dentro de su misma estructura y forma de contar y darle seguimiento a los personajes que habitan esta obra de ficción, resultado de todo un proceso de indagación en el plano real, a través de sus infinitas e inefables posibilidades.
Además de contar con una impecable edición, que, seguramente, llamará la atención de aquellos lectores, que no solamente buscan una historia que los atrape y los lleve a un proceso de introspección, sino que también, al ver su versión física, descubran una verdadera obra de arte, diseño e impresión completa y visualmente atractiva, esta novela, dividida en II Partes y en un Epílogo, que inicia con un poderoso y significativo epígrafe, de la mano de Emmanuel Carrère, se fragmenta entre el mundo conocido y el desconocido para presentar las historias de Antón, Martín, Karla, Mathías y Katherine, en donde se fusionan sus formas de vida, sus creencias, sus miedos, sus temores, sus derrotas, sus batallas, sus esperanzas y, en especial, su fragilidad ante un mundo implacable, que los carcome, independientemente del hecho de su estrato social, convicción política y religiosa.
El hilo conductor que une a todos estos personajes es que han padecido una profunda y desgarradora fractura en su plano real, que los lleva a renacer, después de haber tocado fondo. Es ahí en donde la colectividad se vislumbra como ese puente hacia otro plano, hacia otra forma de apreciar su existencia: «Tal vez el amor estaba sobrevalorado y seguíamos atrapados en esa ilusión romántica de que hay alguien que encaja exactamente con nosotros, la falsa idea de la complementariedad, de la media naranja, de alguien que fue hecho a nuestra medida».
Vírgenes y toxicómanos, de Mario Mendoza, es una obra que aportará a la narrativa colombiana, al abrir el debate en torno a un grupo de seres, completamente olvidados por la Historia, y también por su espíritu transgresor, al mostrar una novedosa forma de narrar una novela, que se aleja de los convencionalismos y las repetidas fórmulas para presentar un mundo verosímil e inquietante para los lectores.
*Docente de la Universidad Industrial de Santander