Llamada spam

Una hora después de sostener una nutrida conversación con Adriana, el poeta y ella concluyeron que hay prólogos de imprevistas historias de la vida que se escriben en la voz. Con el tiempo, este prólogo relata fragmentos de vida que se materializan en acciones y diseñan una silueta del destino en la portada de ese borrador que se escribe y por tanto se mantiene abierto.
Como es habitual, el poeta marcó un número incorrecto en su celular y la llamada tomó un destino diferente. El hombre llamó a su amigo, también poeta, y cómplice de las románticas alucinaciones del amor a la vida y a la gratitud que estampan en poemas que llevan años en los archivos pendientes por imprimir. Adriana se encontraba resolviendo actividades laborales y por distraída contestó. ¿Aló? El poeta sintió que su llamada fue atendida desde el cielo por escuchar la voz angelical de esa mujer. Los dos, mantuvieron una pausa silenciosa, tan extrañados como encantados de sus voces que hasta sus pieles involuntariamente reaccionaron de inmediato.
¿Quién eres? Preguntó el poeta, y la mujer contestó: ¿Puedo servirte en algo? El poeta dio por hecho que esa voz sería la musa para inspirarse en una llamada que le hizo al infierno de su amigo y por error o suerte fue recibida en el cielo.
Adriana lideraba en ese momento una corta reunión con Laura y Catalina, sus dos cercanas socias en el proyecto de mejorar la calidad de vida de su entorno, y de la gente del común que, de vez en cuando, sin buscar, encuentra las palabras adecuadas que necesita escuchar. Cada una eligió su palabra, Adriana propuso el amor partiendo de las mal llamadas minucias, Laura eligió el dialogo, y para terminar la costura del proyecto Catalina dio las puntadas de la resiliencia.
El poeta terminó involucrado en esa reunión, y sin pretenderlo imprimió en el acta el toque romántico inspirado en la voz que transformó sus ánimos. La llamada Spam terminó convertida en una improvisada conferencia, justo en el momento que el poeta necesitaba escuchar esas palabras para retocar dos de sus poemas.
¿Una llamada errada? ¡Por Dios! Ese error se convirtió en la fortuna del poeta. En la vida existen maravillosos seres humanos que aparecen de la nada, por arte de magia, como una simple llamada que bien podría considerarse spam, dijo el poeta, después de terminar la extensa llamada que le compuso el día. Definitivamente, su error reveló un milagro.
Es increíble, pero de las aparentes minucias de la vida se gestan ideas que crecen y terminan convertidas en obras majestuosas. Sí, son obras construidas en palabras capaces de convertir las minucias en acciones imborrables.
Aunque parezca extraño, sucede con frecuencia que una llamada “spam” puede cambiar la dirección, el destino de un ser humano que por cuestión del descuido se convierte en un GPS que conduce a las coordenadas de una imprevista felicidad.
Esta vez, Adriana, sin aceptar ningún plan de inversión o cambiar de operador, aceptó la invitación del poeta a escribir el prólogo de una vida desde la misma perspectiva al descubrir que el éxito fue el resultado del error.