La maldición de Superman revive en Hollywood con la llegada de David Corenswet
Resumen
David Corenswet será el nuevo Clark Kent, reavivando la leyenda de la “maldición de Superman”, marcada por tragedias y carreras truncadas. Aunque no todos los actores han sido afectados, su historia sigue resonando con fuerza en la cultura pop.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El anuncio de David Corenswet como el nuevo Clark Kent en la próxima película de Superman ha encendido nuevamente las alarmas en Hollywood sobre la llamada “maldición de Superman”, una oscura leyenda que vincula la interpretación del superhéroe con destinos trágicos, carreras truncadas y muertes prematuras. Aunque se trata de un personaje símbolo de esperanza y justicia, su historia fuera de la pantalla ha estado cargada de dolor y misterio, consolidando un mito que vuelve a resonar con fuerza en la cultura pop.
El origen de esta maldición no se limita a los actores que han vestido la capa, sino que se remonta a los propios creadores del personaje. Jerry Siegel y Joe Shuster vendieron los derechos de Superman por apenas 130 dólares en 1938, quedando al margen de las millonarias ganancias del fenómeno cultural que habían creado. Ambos vivieron dificultades económicas, problemas de salud —Shuster incluso perdió la vista—, y solo décadas más tarde recibieron un modesto reconocimiento y una pensión anual.
El caso más emblemático de la supuesta maldición es el de George Reeves, quien encarnó al superhéroe en la televisión en los años 50. Su muerte en 1959 por un disparo en la cabeza, en circunstancias nunca aclaradas, fue el punto de partida de la leyenda. Le siguió Christopher Reeve, cuyo papel en la película de 1978 lo inmortalizó, pero un accidente ecuestre en 1995 lo dejó tetrapléjico hasta su fallecimiento en 2004. Otros casos, como el del actor infantil Lee Quigley (el bebé Kal-El de 1978, muerto a los 14 años), o Margot Kidder (Lois Lane), quien luchó contra el trastorno bipolar y terminó su vida por suicidio, también alimentan el mito.
Richard Pryor, que participó en Superman III, fue diagnosticado con esclerosis múltiple poco después. Incluso Marlon Brando, quien interpretó a Jor-El, enfrentó tragedias familiares, como el asesinato cometido por su hijo y el suicidio de su hija.
En tiempos más recientes, la actriz Allison Mack (Smallville) fue condenada por su rol en una secta criminal, y hasta Ben Affleck, que interpretó a George Reeves en Hollywoodland, ha sido vinculado indirectamente a la maldición por sus luchas personales, a pesar de no haber interpretado al superhéroe.
Sin embargo, no todos los actores han sido afectados. Dean Cain, Tom Welling, Brandon Routh y Henry Cavill han continuado con sus vidas sin mayores sobresaltos. Aun así, algunos experimentaron estancamientos en sus carreras tras vestir el traje. Brandon Routh, por ejemplo, vio su ascenso interrumpido luego de la tibia recepción de Superman regresa, aunque más tarde regresó como Superman en Crisis on Infinite Earths. Henry Cavill, por su parte, ha tenido altibajos con Warner Bros., pero ha rechazado creer en la maldición, atribuyendo los desafíos a decisiones de la industria.
El fenómeno no ha sido exclusivo de los intérpretes. Técnicos del rodaje de Superman regresa sufrieron accidentes, y el director Bryan Singer vio su carrera afectada tras el fracaso comercial del filme. Todo esto ha contribuido al mito persistente de que el personaje arrastra consigo una especie de mal fario.
Ahora, con la llegada de David Corenswet bajo la dirección de James Gunn, se abre una nueva etapa para el Hombre de Acero. Corenswet, joven promesa de Hollywood, asume el desafío sin temor declarado, pero bajo la atenta mirada de la industria y los fans que conocen la leyenda. Mientras algunos esperan que rompa con el patrón trágico, otros no pueden evitar preguntarse si la sombra del mito lo alcanzará.
