La Cátedra Galán: memoria viva en Bucaramanga
Resumen
La Cátedra Galán en Bucaramanga perpetúa el legado de Luis Carlos Galán, vinculando su visión de ética y transparencia a la política actual, fomentando debates mensuales sobre la importancia de la participación ciudadana y la lucha contra la corrupción.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: Circulo Amigos de Bucaramanga*
El Círculo de Amigos de Bucaramanga, con el respaldo del Instituto Municipal de Cultura y Turismo (IMCT), abrirá cada mes un espacio de encuentro en la Casa Galán para reflexionar sobre el legado del Nuevo Liberalismo y el país que soñó Luis Carlos Galán Sarmiento.
La elección de este escenario no es fortuita. La Casa Galán, ubicada en pleno centro de Bucaramanga, no solo es un lugar patrimonial, sino también un símbolo de la historia política de Colombia. En sus muros se respira la memoria de un país que ha luchado por encontrar caminos de justicia, equidad y transparencia. Ahora, este espacio se convierte en un puente entre la memoria y el presente, un lugar donde la voz de Galán se proyecta como guía ética y política para las nuevas generaciones.
El Nuevo Liberalismo, movimiento político fundado en 1979, surgió como una respuesta al desencanto ciudadano frente a la corrupción y la crisis de representatividad que dominaban la política tradicional. Galán, con su oratoria apasionada y su visión renovadora, supo interpretar el malestar social y transformarlo en un proyecto colectivo. Su discurso, basado en la ética, la participación ciudadana y la transparencia institucional, inspiró a miles de colombianos que vieron en él la esperanza de un país distinto.
Aunque su vida fue arrebatada en 1989 por las balas del narcotráfico, su pensamiento y su ejemplo dejaron huellas profundas. Una de ellas se refleja en la Constitución de 1991, texto fundacional de la Colombia contemporánea, que recogió varias de las banderas del Nuevo Liberalismo en materia de derechos, participación y fortalecimiento institucional.
La Cátedra Galán, que ahora tendrá como epicentro Bucaramanga, se propone justamente mantener viva esa conversación. Cada encuentro será un espacio para debatir sobre la vigencia de sus propuestas, la necesidad de una política limpia, la lucha contra el narcotráfico y la corrupción, así como el papel crucial de los jóvenes en la defensa de los valores democráticos. Más que un ejercicio académico o histórico, será una invitación a pensar el presente y el futuro de Colombia desde la memoria cívica.
Los organizadores insisten en que recordar a Galán no significa anclarse en la nostalgia. Al contrario, es responder a un llamado a la acción. Sus ideas no son reliquias del pasado, sino herramientas para enfrentar los retos de un país que aún lucha contra las mismas sombras que él denunció: la captura del Estado por intereses ilegales, la falta de oportunidades para millones de ciudadanos y la urgencia de una política al servicio del bien común.
En este sentido, la Cátedra se perfila como un laboratorio ciudadano, un lugar donde académicos, líderes sociales, estudiantes y ciudadanos del común podrán encontrarse para dialogar, disentir y construir propuestas. Bucaramanga, desde la Casa Galán, se erige como epicentro de este diálogo nacional que busca renovar el compromiso con la democracia y con el país que él soñó.
El mensaje central es claro: Galán no pertenece únicamente a la historia, sino al presente de Colombia. Su figura trasciende lo partidista para convertirse en un referente ético de la política. Su vida y su muerte nos recuerdan que la democracia no es un regalo asegurado, sino una conquista que debe defenderse día a día con participación, compromiso y valentía.
Porque recordar a Galán, en últimas, es recordar que Colombia merece un destino distinto al que marcan la violencia y la corrupción. Es renovar la esperanza en la política como instrumento de transformación y en la ciudadanía como protagonista de un país mejor. Y esa, sin duda, es la verdadera razón por la que su voz sigue viva en la memoria colectiva. *Diego Fernando Sáenz Reyes