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Fútbol colombiano y Vaticano: cuatro décadas de coincidencias entre títulos y pontífices

Fútbol colombiano y Vaticano: cuatro décadas de coincidencias entre títulos y pontífices

Resumen

Desde 1958, el Fútbol Profesional Colombiano y el Vaticano han estado unidos por una extraña coincidencia: cada vez que se elige un nuevo papa, uno de los equipos icónicos de Colombia, como Millonarios, Santa Fe o Nacional, gana el campeonato.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
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by Andrés Quijano

La historia del fútbol colombiano guarda capítulos inesperados que, con el paso del tiempo, han adquirido un tono casi místico. Uno de ellos es la singular coincidencia entre la elección de nuevos papas en el Vaticano y la consagración de equipos tradicionales en el Fútbol Profesional Colombiano (FPC). A lo largo de más de 70 años, solo tres clubes —Santa Fe, Millonarios y Atlético Nacional— han celebrado campeonatos justo cuando la Iglesia católica da la bienvenida a un nuevo líder espiritual. Ahora, con la llegada de León XIV, las miradas se vuelven a posar sobre el balón y el altar, preguntándose si la historia está a punto de repetirse.

La cronología comienza en 1958. Ese año, el Vaticano anunció la elección de Juan XXIII como sucesor de Pío XII. Mientras tanto, en Colombia, Santa Fe celebraba su segundo campeonato nacional. Cinco años más tarde, en 1963, fue el turno de Millonarios. Con la llegada de Pablo VI al trono de San Pedro, los embajadores alcanzaron su sexta estrella. Pero fue en 1978 cuando el cruce entre iglesia y fútbol se tornó más simbólico: en un año con dos papas —Juan Pablo I y Juan Pablo II—, Millonarios volvió a celebrar, logrando su décimo título.

El nuevo milenio no interrumpió este extraño vínculo. Con los torneos cortos como formato oficial del campeonato local, Atlético Nacional se convirtió en protagonista de esta relación. En 2005, año en el que Benedicto XVI fue proclamado papa, los verdolagas conquistaron su octava estrella. Ocho años después, en 2013, repitieron la hazaña con la elección del papa Francisco, alcanzando su título número doce.

Curiosamente, en esos mismos años, clubes como Santa Fe y Deportivo Cali fueron subcampeones, como si formaran parte inevitable de esta línea de tiempo compartida entre la fe y el fútbol. La constante presencia de estos tres equipos —Santa Fe, Millonarios y Nacional— en los años de cambio papal ha alimentado la idea de un “designio futbolero” más allá de lo racional.

Este 2025 podría sumar un nuevo capítulo a esa narrativa. El pasado lunes, el mundo fue testigo de la fumata blanca que anunció al nuevo pontífice. Robert Prevost, nacido en Chicago en 1955 pero profundamente ligado a América Latina por su labor pastoral en Perú, fue elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica bajo el nombre de León XIV. Su primer mensaje, dirigido a toda la comunidad internacional, combinó humildad, esperanza y firmeza: “Dios nos quiere mucho, Dios nos ama a todos. El mal no prevalecerá”.

Mientras tanto, en Colombia, los cuadrangulares semifinales del fútbol profesional están a punto de disputarse. Atlético Nacional y Millonarios ya aseguraron su lugar, mientras que Santa Fe dio un paso importante con su reciente victoria ante Llaneros. Los tres clubes protagonistas de este fenómeno religioso-deportivo están en contienda, justo cuando el Vaticano inaugura un nuevo pontificado. El simbolismo es inevitable.

Millonarios levantó el trofeo en 2023 superando a Nacional en la final, mientras que el equipo verde de Antioquia ostenta el título actual. Santa Fe, por su parte, no celebra desde 2016, cuando venció al Deportes Tolima. Desde entonces, ha disputado tres finales sin éxito, lo que incrementa la presión sobre el equipo capitalino y sus aficionados.

Más allá de las estadísticas y el análisis táctico, esta conexión entre los acontecimientos del Vaticano y los triunfos futbolísticos añade un matiz de misterio al deporte. Para algunos, se trata solo de una casualidad estadística; para otros, una señal de que, al menos por un momento, la fe y el fútbol corren por la misma cancha.

Con León XIV como nuevo guía espiritual y los tres clubes históricos aún con posibilidades de campeonato, la pregunta se instala en las tribunas y en los altares: ¿será este otro año de coincidencias celestiales para el fútbol colombiano?

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por Andrés Quijano

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