Falleció el expresidente de Uruguay Pepe Mujica
Resumen
José Alberto “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay, falleció a los 89 años tras una lucha contra el cáncer de esófago. Su legado incluye leyes progresistas y una influencia duradera en la política latinoamericana. Fue una figura emblemática del Frente Amplio.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)José Alberto “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay y figura emblemática del Frente Amplio, falleció este martes a los 89 años, luego de una batalla contra un cáncer de esófago que él mismo hizo público en abril de 2024. Pese a su enfermedad, acompañó activamente la campaña presidencial de Yamandú Orsi, quien resultó electo en noviembre del mismo año y asumió el poder el pasado 1º de marzo.
En los últimos meses, Mujica se había sometido a tratamientos de radioterapia y procedimientos médicos como la colocación de una sonda gástrica y un stent esofágico para facilitar su alimentación. Sin embargo, al conocer la expansión del cáncer, decidió no continuar con intervenciones adicionales. Su salud se deterioró significativamente en las últimas semanas.
Nacido el 20 de mayo de 1935, Mujica fue presidente de Uruguay entre 2010 y 2015, luego de una larga trayectoria política como diputado, senador y líder del Movimiento de Participación Popular (MPP), la corriente interna más votada del Frente Amplio desde 2004. Renunció al Senado en octubre de 2020, despidiéndose de la política activa, aunque nunca dejó de ser una voz influyente en la izquierda uruguaya y latinoamericana.
Antes de su vida institucional, Mujica fue guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros (MLN-T), organización con la que participó en acciones armadas durante los años 60 y 70. Fue capturado y encarcelado en múltiples ocasiones, y permaneció 13 años en prisión, buena parte de ellos en condiciones infrahumanas. Fue liberado tras el retorno de la democracia en 1985 y, en 1989, lideró la integración del MLN al Frente Amplio, dando origen al MPP.
Durante su presidencia, se aprobaron leyes históricas como la regulación del aborto, la legalización del matrimonio igualitario y el mercado regulado de marihuana, que convirtieron a Uruguay en un modelo de avanzada progresista. Su estilo austero y su discurso humanista lo catapultaron como un símbolo mundial de integridad política, a menudo comparado con figuras como Nelson Mandela, y su nombre sonó en reiteradas ocasiones como candidato al Premio Nobel de la Paz.
Sin embargo, su gestión no estuvo exenta de polémicas, como el cierre de la aerolínea estatal Pluna, que derivó en condenas judiciales para altos funcionarios de su gobierno. Aun así, Mujica cerró su mandato con altos niveles de aprobación —entre el 51% y el 63%, según distintas consultoras— y con un lugar asegurado en la historia política del continente.
En su última etapa, desde su chacra en las afueras de Montevideo, Mujica siguió siendo un faro de reflexión política, brindando entrevistas y mensajes que trascendieron las fronteras de Uruguay. “Acá está el infierno y el paraíso; hay que encontrarlo”, dijo poco antes de emitir su último voto. Esa visión, entre poética y combativa, define el legado de un hombre que, pese a sus contradicciones, dejó una huella imborrable en la política y la conciencia social de América Latina.